Portugal supera otro examen de la troika y capitaliza sus mayores bancos

  • Portugal superó hoy el cuarto examen de la troika sobre el cumplimiento de su rescate financiero, que le permitirá seguir recibiendo fondos, y concretó una esperada inyección de 6.650 millones de euros en sus mayores bancos.

Lisboa, 4 jun.- Portugal superó hoy el cuarto examen de la troika sobre el cumplimiento de su rescate financiero, que le permitirá seguir recibiendo fondos, y concretó una esperada inyección de 6.650 millones de euros en sus mayores bancos.

El Gobierno conservador luso anunció hoy que ha sido un éxito la revisión trimestral del programa de asistencia financiera, por 78.000 millones de euros, y la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) entregarán al país otro tramo de 4.000 millones.

El ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, declaró en rueda de prensa que su país "cumple todos los criterios" exigidos por la troika de organismos que supervisan el rescate luso.

Además confirmó la prevista ayuda con fondos públicos a los tres mayores bancos del país, que será de 3.500 millones de euros para el Banco Comercial Portugués (BCP), 1.650 millones para la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), y 1.500 millones para el Banco Portugués de Inversiones (BPI).

De esa cantidad, 5.000 millones procederán del fondo de 12.000 millones reservado en el rescate para ayudar a las instituciones financieras con problemas de capital.

Gaspar aseguró que Portugal está cumpliendo tanto los criterios cuantitativos como los estructurales exigidos en las condiciones del rescate, que ha obligado a adoptar duras medidas de austeridad y reformas.

Por su parte, la troika señaló en una declaración que efectivamente el país "continúa por el buen camino", pese a que todavía existen "algunos desafíos" y áreas en las que cree necesario profundizar.

"La cuarta evaluación trimestral confirma que se están logrando avances significativos", aseguró el documento, que garantizó el apoyo a Portugal hasta que pueda regresar a los mercados si las autoridades lusas continúan aplicando el programa con rigor.

El gobierno portugués ya había expresado varias veces que si, por razones externas, no está en condiciones de volver a financiarse solo a finales del año próximo, como prevé el rescate, espera que se mantenga la ayuda europea.

Sobre la debilidad de la economía lusa, Gaspar negó hoy que haya caído en una "espiral recesiva", y la troika resaltó que la caída del PIB en 2012 puede ser ligeramente inferior a las expectativas, aunque rondará el 3 por ciento.

Gaspar consideró crucial una "rigurosa ejecución presupuestaria" para cumplir la meta de bajar el déficit público al 4,5 % este año y al 3% en 2013.

La ayuda externa ha permitido a Portugal no tener que emitir obligaciones en el mercado, donde el bono a 10 años paga un interés del 12 %.

La troika advirtió en su documento que Portugal necesita más determinación para concretar reformas que afecten a "intereses sensibles desde el punto de vista político y económico".

También recomendó tomar medidas, entre ellas más flexibilidad laboral, para frenar el desempleo, que cerrará el año en torno al 16 % de la población activa.

Pese a su informe positivo, los técnicos de la UE y el FMI señalaron los riesgos que afronta el país y advirtieron de que seguirán vigilando el cumplimiento de su programa.

El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, se mostró satisfecho por este aprobado de la troika, pero la oposición lo consideró un mal camino que está hundiendo al país.

Es "un resultado positivo" y muestra cómo Portugal cumple todo lo relevante en el acuerdo de asistencia económica, resaltó el líder conservador.

Sin embargo, la oposición de izquierda hizo un análisis diferente y acusó al Gobierno y la troika de olvidar el crecimiento y el empleo.

Dirigentes del Partido Socialista (PS), que perdió el poder en las elecciones anticipadas de hace un año, rechazaron que se hable de éxito en la economía con un índice de desempleo tan elevado y calificaron el programa de ajustes de camino "erróneo" de sacrificios y empobrecimiento.

El Partido Comunista denunció que hay hambre entre las familias portuguesas y el Bloque de Izquierda reprochó al Ejecutivo que inyecte dinero público en los bancos.

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