Presidente eslovaco pide a clase política que no sea rémora en crisis de euro

  • El presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, instó hoy los políticos de su país a no ser una rémora en la crisis que atraviesa la eurozona y pidió que superen sus horizontes partidistas para fortalecer la divisa comunitaria.

Praga, 27 sep.- El presidente de Eslovaquia, Ivan Gasparovic, instó hoy los políticos de su país a no ser una rémora en la crisis que atraviesa la eurozona y pidió que superen sus horizontes partidistas para fortalecer la divisa comunitaria.

El Consejo Nacional eslovaco decidirá el próximo 25 de octubre si apoya o no la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), propuesta de ley que no tiene hasta la fecha suficientes adeptos dentro y fuera de la coalición gubernamental.

Según Gasparovic, Eslovaquia no puede ser un freno en relación al fortalecimiento del euro y la solución de la crisis en la Unión Europea (UE).

"Estoy convencido de que nuestros representantes políticos se dan cuenta de ello", dijo tras una reunión en Bratislava con su homólogo alemán, Christian Wulff.

"Es el momento de actuar", dijo el jefe de Estado eslovaco, para quien la discusión sobre el mecanismo de rescate, incluida la transferencia de competencias, ha desembocado en unas estrechas miras partidistas "que sólo siguen intereses de partidos individuales", lo que "casi se asemeja a una precampaña electoral".

Wulff, por su parte, valoró la "postura realmente ejemplar" de Eslovaquia en el mantenimiento de salud bancaria y de los criterios de adopción del euro, la política de estabilización presupuestaria y las medidas de austeridad asumidas por la ciudadanía.

Esa postura responsable de los eslovacos "hace que la discusión sobre el FEEF sea aquí más difícil que en otros lugares", reconoció el alemán.

El partido gubernamental Libertad y Solidaridad (SaS) no apoya la ampliación del FEEF.

De aprobarse, supondría que Eslovaquia deberá participar en operaciones de salvamento con países en crisis de la eurozona hasta un montante de 7.720 millones de euros, cuando antes garantizaba hasta un máximo de 4.370 millones de euros, en un país con un PIB de 65.586 millones de euros (2010).

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