Presidente salvadoreño afirma que nuevos impuestos no afectarán a los pobres

  • Los nuevos impuestos aprobados hoy por el Parlamento de El Salvador no afectarán a los pobres, aseguró el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, mientras que los gremios empresariales los rechazaron.

San Salvador, 31 jul.- Los nuevos impuestos aprobados hoy por el Parlamento de El Salvador no afectarán a los pobres, aseguró el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, mientras que los gremios empresariales los rechazaron.

"La gente más humilde sabe que ese impuesto no va a afectar a los de menores recursos, a los que va a afectar son los que tienen mayores recursos", dijo hoy el mandatario durante su discurso en un evento oficial, tras felicitar a los diputados que aprobaron la reforma fiscal.

Asimismo, lamentó que el partido opositor, Alianza Republicana Nacionalista, y varios colectivos minoritarios no hayan dado sus votos.

El Parlamento, de 84 escaños, aprobó este jueves con 44 votos los dos nuevos impuestos, uno sobre las transferencias financieras incluido en un plan fiscal del Gobierno y otro que grava los activos netos de las empresas, que no era parte de ese paquete.

El gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) aprobó los tributos con el apoyo del minoritario Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA).

"Estos impuestos están dirigidos a grandes transacciones y (...) no van a ser afectadas las personas de bajos ingresos", enfatizó Sánchez Cerén a periodistas luego de finalizar el evento en San Julián, Sonsonate (oeste).

Sin embargo, los gremios empresariales aseguran que los nuevos impuestos sí afectarán a la población en general.

"Los impactos los vamos a pagar todos, en mayor costo, mayores precios en los servicios que recibimos o en los productos o a través de menores oportunidades de empleo", sentenció el presidente de la Cámara de Comercio del país, Luis Cardenal.

El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, señaló que la nueva reforma fiscal "demuestra una vez más que el FMLN y (...) GANA están legislando para sus intereses particulares y no para los intereses del país, no para el empleo, no para la inversión".

Estos nuevos impuestos van "a influir tanto en el costo de los productos como en las oportunidades de empleo porque son impuestos que le pegan en medio al proceso productivo", añadió.

Uno de los nuevos impuestos, propuesto por el entonces presidente, Mauricio Funes, el 15 de mayo, establece una tasa del 0,25% sobre las transacciones financieras superiores a 1.000 dólares hechas mediante cheques, tarjetas o transferencias electrónicas.

Se exceptúan pagos salariales, remesas familiares, servicios públicos, aportes a fondos de pensiones o cuotas de préstamos, entre otros.

El otro tributo aprobado, que no estaba en la propuesta original, establece un pago mínimo del impuesto sobre la renta del 1% sobre los activos netos de empresas que tienen más de 150.000 dólares de ventas al año.

También se suprimió la exención del impuesto sobre la renta a los propietarios de periódicos, que estaba vigente desde hace casi 65 años, indicó la diputada del FMLN y presidenta de la comisión legislativa de Hacienda, Lorena Peña.

Añadió que otras reformas introducen mecanismos de transparencia en el pago de impuestos, uno de ellos publicar nombres de evasores fiscales, algo prohibido por otra antigua disposición.

Peña apuntó que está "descartado" un impuesto sobre bienes inmuebles suntuarios, que estaba en la propuesta fiscal de mayo.

De acuerdo a Sánchez Cerén, con la propuesta original de nuevos impuestos y reformas tributarias el Gobierno pretendía obtener unos 200 millones de dólares, pero "con todos los cambios que se le ha hecho a la reforma se va a recaudar una cantidad menor".

Precisó que los nuevos impuestos van a "inyectarle a la economía más de 160 millones de dólares" e insistió en que ese dinero servirá para diversos programas de ayuda social del Gobierno.

El grueso de la propuesta lo constituían dos emisiones de bonos, que se aprobaron el 12 de junio pasado, por un total de 1.156,2 millones de dólares, para totalizar más de 1.320 millones.

Los nuevos impuestos y reforma del Código Tributario aún deben ser sancionados por Sánchez Cerén para entrar en vigor.

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