Proliferan por toda Francia las protestas contra la ecotasa aplazada sine die

París, 9 nov.- Las protestas contra la "ecotasa", que debe gravar a los camiones que circulan por las carreteras libres de peaje en Francia -y cuya aplicación se ha congelado ante la oposición en Bretaña-, proliferaron hoy en todo el país.

Unas 250 personas que en su mayoría llevaban en la cabeza los "bonetes rojos" convertidos en símbolo de la protesta en Bretaña, se concentraron esta mañana junto a uno de los pórticos construidos con el dispositivo de la "ecotasa" para identificar a los vehículos en Montauban de Bretagne (noroeste).

Al margen de esa región donde la oposición a este impuesto que debía entrar en vigor en enero ha sido más virulenta, un grupo de camioneros participó hoy en otro acto contra la "ecotasa" en un tramo de autopista cerca de Martigues, en los alrededores de Marsella (sureste), donde ralentizaron la circulación.

Una acción similar se llevó a cabo con la intervención de varias decenas de camiones en varias autopistas de las cercanías de Lyon (este), así como en otras que comunican París con Lille y Dunkerque con Lille (norte).

Además, la pasada noche fueron dañados dos pórticos para el control del nuevo gravamen a los camiones en el departamento de Gard (sureste) y otro en el de Isère en los Alpes (este).

Las manifestaciones para exigir la abolición de la "ecotasa" llegaron incluso a París, donde fueron detenidas tres personas.

Mientras se producía esta nueva oleada de movilizaciones de oposición, muchas de ellas violentas, "Le Monde" publicó hoy que el Gobierno se mantiene en su idea de poner el marcha el nuevo impuesto y tiene intención de hacerlo a partir del 1 de julio de 2014, seis meses después de la fecha inicialmente programada.

Ante el riesgo de que eso encienda todavía más el movimiento de protesta, el Elíseo aseguró que no se ha decidido ninguna fecha.

La suspensión de la "ecotasa", con la que el Gobierno francés esperaba recaudar hasta 1.200 millones de euros anuales, se anunció el pasado 29 de octubre ante la virulencia de la reacción en Bretaña.

El impuesto lo deberían abonar cerca de 800.000 camiones de más de 3,5 toneladas -lo que incluía a unos 200.000 vehículos extranjeros, muchos de ellos españoles- que utilizan las carreteras hasta ahora de uso gratuito de la red francesa.

Ese dinero se iba a dedicar esencialmente a la financiación de las infraestructuras de transporte, en particular las que menos impacto medioambiental tienen, como el ferrocarril y el barco.