Puerto Rico se vende como "el Singapur del Caribe" con bandera estadounidense

  • Puerto Rico reunió hoy a un centenar de grandes fortunas y empresarios de EE.UU. para convencerles, sobre el terreno, de que en unos años la isla caribeña, con bandera estadounidense, será "el Singapur del Caribe", por lo que es el momento de invertir allí, tanto a nivel personal como empresarial.

Mar Gonzalo

San Juan, 24 abr.- Puerto Rico reunió hoy a un centenar de grandes fortunas y empresarios de EE.UU. para convencerles, sobre el terreno, de que en unos años la isla caribeña, con bandera estadounidense, será "el Singapur del Caribe", por lo que es el momento de invertir allí, tanto a nivel personal como empresarial.

"Puerto Rico es el Singapur del mañana", resumió este jueves el multimillonario gestor de fondos de inversión John Paulson para echar el cierre a la primera jornada de una ambiciosa convocatoria impulsada por él mismo junto a las autoridades de la isla, con la intención de atraer una inversión necesaria para superar la recesión económica que dura ya ocho años.

La cita tuvo lugar en uno de los hoteles más lujosos de San Juan (propiedad de Paulson), que según el también multimillonario estadounidense Nicholas Prouty pronto rivalizará con el Bristol de París y que se encuentra en el cosmopolita barrio de Condado, donde se concentra gran parte de la riqueza de la isla y donde mejor percibe la mezcla única que se vive en Puerto Rico de la cultura estadounidense y latinoamericana.

Con impresionantes vistas al mar, decenas de adinerados empresarios estadounidenses se dejaron agasajar este jueves, durante la "2014 Puerto Rico Investment Summit", por abogados, contables, fiscalistas y políticos locales, que hicieron un esfuerzo conjunto por destacar las bondades de la isla como destino de inversión.

"Es la primera vez que Puerto Rico organiza algo de este nivel. Ha hecho un tremendo despliegue para ofrecer una imagen moderna y renovada que creo que está funcionando", aseguró a Efe al final de la jornada uno de los adinerados invitados que no quiso ser identificado.

De hecho, en todo momento los organizadores trataron de mantener en privado la exclusiva lista de invitados a la reunión de dos días, en la que no faltará una visita la noche de este jueves al Viejo San Juan (el casco histórico colonial de la capital), incluida La Fortaleza, residencia del gobernador y sede del Ejecutivo.

El principal gancho de Puerto Rico para este público sin duda son los incentivos fiscales que se ofrecen tanto a las grandes fortunas que quieran venirse a la isla, como a los negocios que decidan establecerse aquí.

Sin embargo, y tal y como se encargaron de destacar tanto las autoridades locales como Paulson y Prouty (dos millonarios que se han mudado a la isla y que desde entonces ejercen de embajadores ante la comunidad inversora estadounidense), no son esos los únicos atractivos.

"Yo no metería mi dinero en América Latina o el Caribe, pero en Puerto Rico sí, porque aquí me siento muy protegido: tiene la bandera estadounidense", dijo Paulson, que recordó que las leyes federales de EE.UU. rigen en todos los ámbitos, desde judiciales y policiales, hasta educativos y sanitarios.

Puerto Rico tiene el estatus de Estado Libre Asociado a EE.UU.

"Hemos demostrado que Puerto Rico no es Detroit o Grecia; que no vamos camino del impago de nuestras obligaciones, sino hacia la recuperación económica y fiscal", afirmó el gobernador Alejandro García Padilla, que el martes ha prometido presentar el primer presupuesto equilibrado en más de dos décadas.

Durante el día hubo tiempo para exposiciones sobre incentivos fiscales e intervenciones de directivos de empresas que ya están implantadas en Puerto Rico, aunque los testimonios más elocuentes fueron los de Paulson y Prouty.

Este último, a través de Putnam Bridge Funding, comercializa uno de los mayores desarrollos inmobiliarios en un barrio (Santurce) que promete convertirse en el centro neurálgico de la capital y es dueño, al este de la isla, de la mayor marina de todo el Caribe, en la que está invirtiendo 450 millones de dólares para su renovación.

En su opinión, la relación política con EE.UU., en combinación con la ausencia de impuestos federales, agresivos incentivos fiscales y los atractivos de vivir en el Caribe hacen de Puerto Rico el destino ideal tanto de sus inversiones como de la de otros multimillonarios estadounidenses, a los que animó a imitarle.

Igualmente, Paulson defendió que la economía de la isla -a la que comparó constantemente con Miami, dejando a la ciudad de Florida peor parada- está en un punto de inflexión, por lo que las oportunidades de inversión no durarán mucho.

El fondo de inversión de Paulson, cuya fortuna está valorada en cerca de 11.000 millones de dólares, anunció hace unos meses que en dos años invertiría un total de mil millones en la isla.

Entre las ventajas de Puerto Rico, citó desde el nivel educativo, el sistema financiero regulado por instituciones estadounidenses, las buenas comunicaciones marítimas y aéreas, el clima caribeño todo el año y la buena predisposición del Gobierno a colaborar para atraer inversiones.

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