Puerto Rico toma medidas ante un caso de brucelosis bovina

  • El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) coordina un plan de acción dirigido a tomar medidas preventivas a raíz de la detección de un caso de brucelosis bovina en un cerdo silvestre de la Reserva Natural de Isla de Mona, a 70 kilómetros de la costa este de Puerto Rico.

San Juan, 16 oct.- El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) coordina un plan de acción dirigido a tomar medidas preventivas a raíz de la detección de un caso de brucelosis bovina en un cerdo silvestre de la Reserva Natural de Isla de Mona, a 70 kilómetros de la costa este de Puerto Rico.

La agencia informó hoy a través de un comunicado que el análisis dio positivo a esa enfermedad contagiosa para un ejemplar de cerdo silvestre tras las pruebas realizadas por el Servicio federal de Inspección y Salubridad en Plantas y Animales (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE.UU.

El comunicado detalla que el positivo se corresponde con un primer análisis realizado a los animales que pueblan esa pequeña isla deshabitada y que se espera que la próxima semana estén listos los resultados de una segunda prueba efectuada hace unos días.

El DRNA acordó como medida preventiva cancelar las actividades de caza para septiembre y octubre, tras recordar que no hay peligro de contagio para empleados del DRNA ni visitantes.

En conformidad al Reglamento de Vida Silvestre, el DRNA emitió un aviso público para anunciar a los cazadores que se celebrará un sorteo de fechas para otorgar permisos para los próximos meses y se difundirán medidas preventivas sobre los riegos de la brucelosis.

La secretaria del DRNA, Carmen Guerrero Pérez, advirtió que se reserva el derecho de cancelar la temporada de cacería de diciembre, en función de las recomendaciones que emitan los expertos de las agencias implicadas.

Los resultados de la segunda prueba permitirán conocer si hay más casos de cerdos silvestres infectados.

La brucella es una bacteria que se encuentra en múltiples mamíferos terrestres como vacas, cerdos y venados y que puede transmitirse a los seres humanos al entrar en contacto directo con la carne o la sangre de los animales infectados.

En una treintena de estados en donde se practica la cacería deportiva en Estados Unidos, se ha detectado brucella en cerdos cazados, según apunta el DRNA.

Esta organización recuerda que los gobiernos estatales y federales permiten la cacería mediante el establecimiento de medidas de control y seguridad para minimizar las posibilidades de contagio al ganado y a los seres humanos.

La presencia de cerdos silvestres en la isla de Mona tiene su origen en los tiempos de la colonización española y su control se mantiene, en parte, a través de la cacería regulada por el DRNA.

La reproducción desmedida del cerdo afecta la vegetación endémica y la fauna de la reserva natural, debido a que se alimenta de los huevos de iguana de Mona y tortugas marinas, en peligro de extinción como el carey y el peje blanco.

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