RBS anuncia pérdidas de 1.645 millones de euros en el primer semestre

  • El Royal Bank of Scotland (RBS), propiedad del Estado británico en un 83 por ciento, anunció hoy unas pérdidas de 1.425 millones de libras (1.645 millones de euros) en el primer semestre del año, debidas en parte a su exposición a la deuda griega.

Londres, 5 ago.- El Royal Bank of Scotland (RBS), propiedad del Estado británico en un 83 por ciento, anunció hoy unas pérdidas de 1.425 millones de libras (1.645 millones de euros) en el primer semestre del año, debidas en parte a su exposición a la deuda griega.

En un comunicado a la Bolsa de Londres, el banco informó de que anotó una pérdida de 733 millones de libras (847 millones de euros) por sus bonos de deuda del Gobierno griego, si bien matizó que, si finalmente esta se reestructura, podría obtener una ganancia de 275 millones de libras en la segunda mitad de 2011, que compensaría parcialmente esa pérdida inicial.

Otra causa de los números rojos es que el banco ha tenido que apartar 850 millones de libras (981 millones de euros) para un fondo de capital destinado a hacer frente a reclamaciones de sus clientes por venta indebida de seguros de protección de pago, tras un cambio regulatorio en el Reino Unido que ha afectado a todas las entidades del país.

Las pérdidas registradas en el semestre de enero a junio contrastan con una ganancia de 9 millones de libras (10,4 millones de euros) en el mismo periodo del año anterior.

En su comunicado, el banco indica que en la primera mitad del año tuvo unas pérdidas brutas de 794 millones de libras (916 millones de euros), frente a unos beneficios brutos de 1.169 millones de libras (1.349 millones de euros) en el mismo semestre de 2010.

El beneficio operativo del grupo fue de 1.871 millones de libras (2.160 millones de euros), frente a 1.132 millones de libras el año anterior, lo que demuestra la solidez de su negocio básico.

El consejero delegado del RBS, Stephen Hester, se mostró "satisfecho" con la evolución de "los aspectos clave" del plan estratégico con el que se pretende devolver a la rentabilidad al banco, nacionalizado parcialmente en octubre de 2008 por la crisis crediticia.

Hester señaló que la reestructuración de la entidad (con la supresión de 28.000 empleos) y las mejoras en financiación la han fortalecido para afrontar las turbulencias de los mercados de deuda, y aseguró que la base de su negocio se mantiene "rentable".

No obstante, reconoció que "no hay atajos" a la hora de conseguir sus objetivos y admitió que la recuperación de la entidad se verá afectada por la ralentización de la economía general.

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