La moneda doméstica se negoció el lunes en 4,024 unidades por dólar, anotando entonces una caída de 1,17% respecto al pregón del viernes. Desde octubre que el real no caía a esos niveles.
El ahora exministro de Hacienda Joaquim Levy, que trabajó para el FMI y tenía el respaldo del mercado financiero, fue reemplazado el viernes por Nelson Barbosa, un economista más heterodoxo y de perfil desarrollista que conducía la cartera de Planificación. Muchos inversores no lo consideran como un ministro preocupado por la responsabilidad fiscal.
"Brasil continúa siendo un lugar seguro para invertir" a pesar de que dos agencias de calificación de riesgo rebajaron la nota del país a la categoría "basura", dijo Barbosa en una rueda de prensa el martes.
Levy llegó al cargo en enero con la tarea de impulsar un plan de ajuste para controlar el gasto público, pero en medio de una crisis política y una espiral recesiva su programa encontró fuertes resistencias en el Congreso y en el gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).
En el último tiempo quedó aislado dentro del gobierno y comenzó a dar claras señales de que su ciclo había terminado.
En lo que va del año, la moneda brasileña ha perdido 33,23% de su valor ante la divisa estadounidense. En 2014, el real concluyó con una caída del 13%.
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