La moneda había cerrado el viernes con alza del 1,47% en 3,946 unidades por billete verde, en una jornada en la que el gobierno brasileño anunció una reforma ministerial para cortar gastos y recuperar apoyo en el Congreso, en medio de una severa crisis política en la que incluso flota la amenaza de un impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff.
Brasil atraviesa una tormenta donde se conjugan la baja popularidad del gobierno y una recesión económica con alza de la inflación y del desempleo que han arrastrado al real, que ha perdido 31,7% en lo que va de 2015.
La séptima economía del mundo perdió hace tres semanas el grado de inversión a manos de la agencia de calificación S&P e inversionistas alertan que puede ocurrir lo mismo con Fitch y Moody's, que aún lo mantienen.
Para apuntalar al real, el Banco Central ha realizado varias ofertas de subastas de dólares con compromiso de recompra y retomó los mecanismos de 'swap' cambiario o venta futura de dólares que había suspendido en marzo de este año.
Analistas alertan, sin embargo, que una valorización a largo plazo del real sólo se conseguirá cuando Brasil ponga en práctica el programa de ajuste fiscal que el debilitado gobierno de Rousseff envió al Congreso, donde encuentra fuertes resistencias.
La moneda brasileña cruzó la barrera de los 4 por dólar a comienzos de la semana antepasada y llegó a tocar su menor valor desde que entró en circulación en 1994: 4,24 unidades.
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