La moneda brasileña, que cerró el martes en 3,888 (-0,41%), fluctúa en medio de una tormenta política -que incluye un proceso que puede terminar en un juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff-, y una recesión económica con alza de la inflación y del desempleo.
En lo que va de año, el real perdió 31,3% de su valor.
En 2014, la moneda del gigante sudamericano concluyó con una caída del 13%.
jt/gm
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