Madrid.- El propietario de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, aseguró hoy que "si no pudiera satisfacer las obligaciones de los que confiaron en nosotros y careciera de fe en Dios, me pegaría un tiro".
Durante la rueda de prensa para explicar las medidas que ha adoptado para evitar que diez de sus empresas acaben en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos), el cabeza de la familia Ruiz-Mateos sostuvo que "no podría soportar el sufrimiento" de no poder pagar las deudas que acumula el grupo.
"Gente que puso el dinero que tenían para vivir en nuestras manos en un acto de confianza se corresponden de la manera que acabo de repetir", aseguró Ruiz-Mateos en referencia a su posible suicidio.
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