Atenas, 9 jun.- El primer ministro de Grecia, Andonis Samarás, anunció hoy la composición del nuevo Gobierno -en la que destaca el cambio del ministro de Finanzas- tras el severo toque de atención sufrido en las pasadas elecciones europeas, en las que venció la oposición izquierdista.
El hasta ahora ministro de Finanzas, el tecnócrata Yannis Sturnaras, fue sustituido por otra personalidad de carácter técnico: Gikas Jarduvelis, hasta ahora economista jefe del banco Eurobank.
Jarduvelis ha desarrollado su carrera tanto en la universidad y la investigación como en la banca pública y privada, y jugó un papel fundamental en el establecimiento de la Bolsa de Derivados de Atenas.
Ejerció entre 2000 y 2004 como director de la oficina económica del primer ministro socialdemócrata Costas Simitis y nuevamente en el gabinete tecnocrático del banquero Lukás Papadimos (2011-2012).
El puesto de ministro de Finanzas era el más complicado de sustituir ya que Sturnaras contaba con el apoyo de la troika, pero su imagen se había deteriorado ante la opinión pública debido a las medidas de austeridad.
Samarás ha cambiado a la mitad del gabinete de ministros (10 de 20 ministros) y se ha incrementado la presencia del socio menor del Gobierno, el partido socialdemócrata Pasok.
Pasok eleva a diez los viceministerios que controla y, a los tres ministerios que lideraba (Exteriores, Medio Ambiente-Energía y Transporte-Infraestructuras) suma el de Educación, que dirigirá Andreas Loverdos, un disidente del partido que, con el nombramiento, se espera que regrese al redil socialdemócrata llevando consigo a varios diputados que abandonaron el grupo parlamentario.
Por su parte, el partido conservador de Samarás, Nueva Democracia (ND), controlará 15 ministerios, mientras el de Finanzas seguirá presidido por un independiente.
En el Ministerio de Orden Público entra el conservador Vasilis Kililias para sustituir al criticado Nikos Dendias, también conservador, que va a parar a Desarrollo y Competitividad, un puesto clave a la hora de implementar las medidas exigidas por la troika.
En Interior, el experiodista y portavoz de Nueva Democracia, Yannis Mijelakis, es sustituido por el también experiodista y diputado del partido conservador Argyris Dinópulos.
En el Ministerio de Sanidad, el ultraderechista Adonis Yeoryiadis -quien se ha ganado el odio de la profesión médica por su plan de reforma del sector- es sustituido por otro representante del ala más derechista de los conservadores, Makis Voridis.
Antes de recalar en el partido de Samarás en 2012, Voridis había sido dirigente de varias formaciones de ultraderecha, entre ellas EPEN, el frente fundado por el dictador Yeoryios Papadópulos y que también lideró el actual jefe del partido neonazi Amanecer Dorado, Nikolaos Mijaloliakos.
Es la segunda crisis de Gobierno desde la victoria electoral de ND hace menos de dos años, pues ni siquiera se han cumplido 12 meses desde que el Ejecutivo tripartito que formaban ND, Pasok y el partido de centroizquierda Dimar se rompiese a causa de la decisión de Samarás de clausurar la radiotelevisión pública.
Tras las elecciones europeas -en las que la oposición izquierdista de Syriza fue el partido ganador con el 26,6 %- el primer ministro aseguró haber entendido el "mensaje" de los griegos y poco después anunció que se produciría un cambio en el Gobierno.
El varapalo electoral fue considerable ya que los dos partidos del Gobierno perdieron 11 puntos porcentuales respecto a los resultados de 2012.
El viceprimer ministro y ministro de Exteriores, el socialdemócrata Evángelos Venizelos, prometió tras las elecciones que no habría más medidas de austeridad ni recortes en un intento de desligar al Ejecutivo de la troika.
De hecho, esta crisis de Gobierno ha venido precedida por la dimisión -que los medios helenos consideran forzada por el Gobierno- del secretario general de Ingresos Públicos, Jaris Theojaris, con muy mala imagen tanto dentro como fuera del Ejecutivo.
La Comisión Europea hizo patente su disgusto por la marcha de Theojaris, un tecnócrata que dirigía un puesto creado a instancias de la troika para controlar los impuestos y los ingresos fiscales con independencia del color del Gobierno.
Los acreedores internacionales exigen a Grecia nuevas medidas de ajuste en los próximos meses que podrían suponer la recta final de los rescates financieros al país mediterráneo a no ser que Atenas recurra a un tercero, algo que el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, consideran necesario.
La primera reacción de Syriza, que reclama un adelanto electoral tras su victoria el 25 de mayo, fue criticar el continuismo del Ejecutivo: "Nadie se cree que el nuevo Gobierno cambiará algo en la política del memorándum (de austeridad). El Gobierno intenta olvidar su fracaso y seguir aplicando las políticas del memorándum sin darse cuenta de lo que está sufriendo el pueblo".
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