"Poner WiFi en la comunidad de vecinos nos costó 110 euros a cada uno"

  • La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones permite instalar una red WiFi vecinal a una comunidad de propietarios de un pueblo de Jaén sin necesidad de inscribirse en el Registro de Operadores. Catorce vecinos pagaron 110 euros por la instalación y la cuota mensual la paga la comunidad.
Juan F. Cía

"Colocar la conexión en nuestra comunidad nos costó 110 euros por persona", afirma Antonio Valderas, uno de los promotores de una red WiFi colectiva instalada en una comunidad de propietarios del pueblo jienés de Torredonjimeno. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) no ha puesto impedimento a la iniciativa y eso podría llevar a los vecinos de otras localidades a hacer lo mismo para navegar por la red.

La resolución de la comisión (ver PDF) es importante porque por primera vez avala que una comunidad monte una red WiFi por su cuenta y facilite que unos propietarios se salten todos los 'controles' de las operadoras, cuyo negocio es vender una conexión por vivienda y no una única por comunidad. Esto significa que cualquiera podría tener internet en su vivienda y zonas comunes a un precio razonable como un servicio básico más.

La idea surgió casi por casualidad. Los 38 vecinos de esta comunidad formada por cinco bloques tienen un sistema de videovigilancia en las zonas comunes y éste exige una conexión a internet, que pagan todos a cargo de los gastos comunitarios. Algunos propietarios entendieron que utilizar ese acceso para navegar y consultar sus correos electrónicos era una oportunidad y se pusieron manos a la obra. Ahora, Antonio reconoce que "la tecnología no da problemas y que ponerla es muy sencillo".

Cien euros cada uno por la instalación

Los 14 vecinos que decidieron embarcarse en la aventura han pagado 110 euros por todo el sistema que lleva la señal a cada una de las viviendas. La instalación utiliza la red eléctrica (tecnología PLC) y un aparato de la marca Devolo que la distribuye. De esa conexión sólo pueden aprovecharse los usuarios que tienen un ordenador reconocible por esa señal WiFi y, además, cada vecino dispone de un nombre de usuario y contraseña. Así se puede controlar de una forma sencilla qué máquinas están conectadas a la red.

"Nadie puede descargar películas ni música porque los seis megas que tenemos no dan para tanto", dice Antonio. Al principio, algunos vecinos utilizaban la conexión del operador Telefónica para algo más que visitar su correo electrónico y eso ralentizaba mucho la velocidad. "Como el sistema te permite controlar quién está enganchado en cada momento, es fácil saber quién evita que podamos navegar", dice este vecino de Torredonjimeno. "De todas formas, estas cosas ya no pasan", remata.

Consulta y resolución de la CMT

Después de varias consultas en internet, Antonio entendió que para que sus vecinos y él pudieran hacer uso de esa conexión de forma colectiva primero era necesario enviar una nota a la CMT y ver si su iniciativa cumplía con lo establecido en la Ley General de Telecomunicaciones (Ley 32/2003). El escrito llegó a la CMT en marzo de 2009 y el pasado 7 de septiembre la institución concluyó que "el servicio se ofrece en régimen de autoprestación".

El art. 6.2 de la ley obliga a aquéllos que quieran explotar una red a notificar esa actividad a la CMT e inscribirse en el Registro de Operadores, siempre y cuando no cumplan algunas de las tres excepciones previstas, entre ellas ese régimen de autoprestación. En este caso, la CMT entiende que la red WiFi "no es una actividad que se preste a cambio de una remuneración" y no tiene "acceso a terceros".

"Un escenario muy concreto"

Antes de esta resolución, algunos otros propietarios de inmuebles o asociaciones con conexión WiFi intentaron obtener el mismo visto bueno de la CMT sin suerte. Tal vez por eso, y evitar así una cascada de peticiones en el futuro, la institución se pone la venda antes de que aparezca la herida. "Es un escenario muy concreto que reúne una serie de características puntuales", reza la comunicación de la CMT.

La resolución alude en ese punto "a la inexistencia de ánimo de lucro", su cierre "al público en general" y que la comunidad de propietarios no se hace responsable de "la prestación del servicio ni ofrece un servicio de atención al cliente".

Además, la comisión adelanta que analizarán cada caso aunque reconoce que puedan existir "otros escenarios en los que se pudieran dar algunas de esas características". En previsión de que otras comunidades piensen en una red WiFi para los vecinos, la CMT alerta que su decisión no se convertirá en una regla de aplicación general. Aquéllos que quieran navegar con una red comunitaria, deberán pasar su examen.

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