Segundo pelotazo de Bañuelos en Latinoamérica: coloca otra empresa en Argentina

  • El empresario valenciano, que huyó de España tras el descalabro de Astroc, acaba de romper la sequía de salidas a bolsa en Argentina con la colocación de la promotora TLGT, filial de la inmobiliaria que posee en Brasil.
Ruth Ugalde

Enrique Bañuelos acaba de dar su segundo pelotazo al otro lado del Atlántico. Tras reconstruir su imperio en Brasil, el empresario valenciano, que huyó de España tras el desacalabro de Astroc, acaba de romper con dos años de sequía en el parqué bonaerense al haber colocado la promotora TGLT.

Esta sociedad se estrenó en la bolsa argentina el pasado viernes y logró subir un 6% el día de su estreno. Sin embargo, apenas dos sesiones después, el valor ha perdido gran parte de lo ganado y, al cierre del martes, sus títulos se intercambiaban por 9,3 pesos argentinos (1,68 euros), frente a los 9,6 pesos que llegó a marcar con su estreno en el parqué.

Gracias a esta colocación, Bañuelos, que controla el 30% de esta inmobiliaria a través de su empresa brasileña PDG Realty Empreendimientos e Participaçoes, se ha convertido en el mayor accionista de la inmobiliaria.

Además, ha logrado unos fondos de 220 millones de pesos (40 millones de euros) y se ha garantizado el control de la compañía, ya que junto al equipo directivo controla el 50% del capital.

Todo un logro para un empresario que todavía tiene cuentas pendientes en España. De hecho, hace apenas un mes el Juzgado de Instrucción número 5 de Madrid ha revivido el 'Caso Astroc', lo que podría llevar a Bañuelos a sentarse en el banquillo el próximo año.

Su antigua inmobiliaria, actualmente integrada dentro de Quabit, llegó a subir más de un 1.000% en bolsa. Sin embargo, toda esta burbuja empezó a pincharse cuando se publicó en prensa que Astroc había vendido tres edificios a su presidente.

Esta noticia, sumada al insiste rumor de que algún accionista de referencia estaba saliendo del capital, descalabró el valor, que cayó un 43% en un sólo día. Como respuesta, la compañía se limitó a decir ante la CNMV que “no existe información relevante que pueda estar afectando al valor".

Sin embargo, el cáncer se estaba apoderando del grupo, cuyos activos estaban inflados y, por tanto, cuyo valor bursátil era absolutamente irreal (llegó a valer 7.000 millones de euros). El resultado fue el desplome de la empresa.

Pero este negro pasado no ha impedido a Bañuelos reconstruir su imperio al otro lado del Atlántico. En Brasil, lleva las riendas de la mayor promotora del país, PDG Realty, que acumula un revalorización del 40% desde que el pasado mes de mayo el empresario valenciano la fusionara con otra de sus sociedades: Agre.

Todo un calentón que ya ha obligado al empresario a realizar un split (división de las acciones). Habrá que seguir atentos.

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