Si baja el petróleo ¿por qué la gasolina sigue igual?

Con los brazos en alto, el médico mira al trasluz la última resonancia magnética. Deja la placa sobre su mesa y se dispone a decirte lo que ha visto. Concentras la atención, porque a partir de ahora tu calidad de vida depende de su diagnóstico.

Después de, con un gesto, quitar importancia a los datos de la resonancia, el doctor asegura: a mí lo que me preocupa es por qué si el petróleo está por los suelos, el precio de la gasolina no baja.La preocupación por la gasolina

Despejada la incógnita patológica, y visto que no presento factores diferenciales a las medias estadísticas de mi perfil, concentro el interés en corresponder al médico, tratando de explicarle sus preocupaciones sobre la gasolina.

¿Por qué el consumidor nacional de hidrocarburos no aprovecha la crisis del petróleo? Es verdad que el mundo se puede enfrentar a una nueva crisis económica precisamente porque el barril de petróleo ha bajado mucho más de la mitad –de 120 a 35 dólares en menos de dos años--, pero no menos cierto resulta que el litro de carburante en España no ha bajado más del 15 por ciento.¿Quién es el rey del petróleo?

¿No estábamos en que el precio del crudo era decisivo para nuestra calidad de vida?¿No estábamos en que entre los países productores (árabes, africanos, latinoamericanos y Rusia) y los países consumidores (China y demás economías emergentes) pillaban al Reino de España como al jamón del bocadillo entre dos gruesas lonchas de pan?.

Pue sí, estábamos en eso pero, una vez más, estábamos equivocados: en España el gran beneficiario del negocio del petróleo es el Estado.

Por mucho que baje el precio del crudo, el Estado y las Autonomías recaudan siempre el mismo dinero. De hecho, en 2014 el crudo costaba 110 dólares el barril y el Estado recaudó por impuestos sobre hidrocarburos 10.000 millones de euros, en 2015 el petróleo bajó a la mitad, pero los impuestos recaudaron los mismo, otros 10.000 millones… Y más de lo mismo para las previsiones presupuestarias de 2016: 37 dólares por barril al terminar enero, y otros diez mil millones de recaudación fiscal estimada para este año de 2016.Flexibilidad

Señoras, señores: el problema económico de España no está en los factores exteriores –precio del crudo y demás materias primas, variación del tipo de cambio Dólar/Euro—sino en la incapacidad, la falta de flexibilidad, de la economía para adaptarse a los vaivenes de elementos que no están en sus manos controlar.

Si las cuentas nacionales no varían cuando el petróleo baja y los tipos de interés están por los suelos, el problema no es del petróleo, ni de los tipos de interés. El problema es que no hay una política económica capaz de aprovechar oportunidades y guarecerse de los peligros.