"Rádio Sim", una emisora diferente, 'sin prisas' y solo para los más mayores

Filipa Henriques

Lisboa, 5 ago.- En Portugal existe una radio diferente. No emite música de los grandes artistas mundiales ni de los éxitos del momento, es una radio "sin prisas" dirigida a las personas mayores para hacerles compañía.

"Rádio Sim" es el nombre de esta emisora, todavía relativamente joven -nació en 2008 de la mano del grupo de comunicación R/Com, controlado por la Iglesia católica- y para la cual los ancianos son su único público objetivo.

En un país cada vez más envejecido -no en vano Portugal ocupa la sexta posición en la clasificación mundial-, con una quinta parte de su población mayor de 65 años, fenómenos como el aislamiento o la exclusión social son frecuentes en este colectivo.

El principal propósito de la cadena es compensar la sensación de soledad que invade a muchos de sus oyentes, explica a EFE su directora, Dina Isabel, quien espera transmitirles "que hay alguien que piensa exclusivamente en ellos".

Son muchas las personas mayores que se dirigen a los locutores y el resto de personal que trabaja en esta radio como si de su propia familia se tratase, y la prueba está en que todos los días llegan regalos a la sede de la emisora como agradecimiento por su trabajo.

"Recibimos pasteles, fruta, pan, queso, embutidos e incluso piezas de artesanía creadas por los oyentes. No pasa una semana sin que no nos llegue algo", afirma su directora.

Las características de ese público de avanzada edad genera también situaciones curiosas y poco habituales en estos tiempos. El buzón postal de la cadena se sigue llenando de decenas de cartas y postales, como era común antaño, una práctica que los mayores portugueses se resisten a abandonar.

No obstante, también son muchos los ancianos que optan por las nuevas tecnologías para comunicarse: "Rádio Sim" cuenta con más de 18.000 seguidores en Facebook, recibe una media de cien mensajes de texto por día y cerca de otro centenar de correos electrónicos.

"La disciplina más buscada en las universidades sénior es informática", recuerda Dina Isabel, quien revela que ya son varios los oyentes que aseguran haber empezado a interesarse por el ordenador y por Internet sólo para poder comunicarse con la emisora y sus locutores.

Además de su relación a través de las ondas, la cadena también organiza con frecuencia actividades paralelas, como fiestas con música que, la mayoría de las veces, llenan el auditorio hasta la bandera.

"Uno de nuestros puntos fuertes son este tipo de iniciativas que van más allá. Organizamos espectáculos, bailes, sesiones de té con danza, cursos en las universidades sénior e incluso excursiones", relata su directora.

La fidelización es uno de los principales activos de "Rádio Sim", que pese a tener una audiencia inferior a las grandes emisoras del país (su media se sitúa en torno a un 2 %) puede presumir de ser la más oída durante más tiempo por oyente y día: tres horas y 17 minutos.

"Hay oyentes que, cuando ocurre cualquier cosa importante en sus vidas, lo primero que hacen es llamarnos por teléfono. Se desahogan con nosotros, piden ayuda y a veces sólo necesitan de una palabra de ánimo", explica una de las locutoras, Teresa Silva.

Poco conocida por los más jóvenes, la emisora es ya un fiel compañero para muchos ancianos de norte a sur del país que la consideran una parte más de su día a día.

Aunque otras cadenas apuesten ahora por música "revival" de los 70, los 80 y los 90, todas ellas se dirigen a un público objetivo más joven. Sin embargo, "Rádio Sim" se centra en exclusiva en las personas de avanzada edad y todos sus contenidos, incluida la música, guardan relación con sus intereses.

"Una radio de hoy, con la música de su época", reza el principal eslogan de la emisora, que ha logrado hacerse un hueco en el dial portugués en sus seis años de vida.

"Los oyentes están noche y día, como ellos mismos dicen, siempre sintonizados a 'Rádio Sim' y a quien la hacemos. Nosotros formamos parte de su vida, pero ellos también forman parte de la nuestra", sentencia Teresa Silva.