S&P pone en duda las reformas de Italia y rebaja su calificación crediticia

  • Italia volvió hoy a tener que hacer frente a las dudas sobre su solvencia financiera ante la decisión de la agencia de medición de riesgos estadounidense Standard & Poor's (S&P) de rebajar la calificación de la deuda soberana del país de "A+" a "A" con perspectiva negativa.

Roma, 20 sep.- Italia volvió hoy a tener que hacer frente a las dudas sobre su solvencia financiera ante la decisión de la agencia de medición de riesgos estadounidense Standard & Poor's (S&P) de rebajar la calificación de la deuda soberana del país de "A+" a "A" con perspectiva negativa.

Standard & Poor's atribuyó su decisión a factores políticos y económicos y vaticinó que una demanda externa tenue, las últimas medidas de austeridad introducidas por el Gobierno y una "presión al alza en el coste de financiación del sector público y privado" conllevarán el "debilitamiento" del crecimiento económico de Italia.

Con la rebaja de la calificación aplicada la pasada noche, se confirmaron las advertencias lanzadas en los últimos meses por la agencia de medición de riesgos estadounidense, que ya había alertado de que en Italia se mantenían los riesgos relativos a su elevado endeudamiento, que se sitúa en torno al 120 % de su PIB, es decir, más de 1,9 billones de euros.

Asimismo, los responsable de S&P señalaron hoy durante una conferencia telefónica con analistas que el país transalpino corre un riesgo "razonable" de un nueva rebaja de su calificación en los próximos 12-18 meses si no vuelve a crecer a un ritmo más constante.

No han servido para convencer a S&P los dos planes de ajuste aprobados por el Parlamento italiano este verano (por valor de unos 79.000 y 54.000 millones de euros, respectivamente) con medidas destinadas a reducir los costes, aumentar la recaudación, sanear las cuentas públicas del país y alcanzar así el equilibrio presupuestario en 2013.

Una meta que también fue puesta cuestionada hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que en sus previsiones indicó que el déficit italiano se situaría en el 1,1 por ciento dentro de dos años.

Standard & Poors consideró que el objetivo de ajuste presupuestario del Gobierno italiano podría no concretarse por el debilitamiento de las previsiones de crecimiento, por el hecho de que dos tercios de ahorro dependen de aumentos de la recaudación en un país con una alta carga tributaria y dados los aumentos previstos en el coste que tendrá que pagar por colocar su deuda.

En sus conclusiones, Standard & Poor's hace además especial hincapié en la que consideran una reducida capacidad de maniobra por parte del Ejecutivo de Silvio Berlusconi para hacer frente a los desafíos macroeconómicos debido a la "fragilidad" de la coalición en el Gobierno y a las abruptas diferencias que existen el Parlamento.

Una circunstancia que se agrava, según la agencia de medición de riesgos, con la celebración de elecciones generales previstas para 2013, que, junto a la "endeble" situación del Ejecutivo en el Parlamento, hacen que no esté claro el margen de maniobra que tienen las autoridades para salir del "callejón sin salida" en el que se encuentran.

La rebaja de la calificación de la deuda de Italia tuvo un efecto inmediato con el aumento de la prima de riesgo italiana, que rozó los 400 puntos básicos, muy cerca del récord histórico de 406 puntos que marcó a principios de agosto, para después relajarse y caer hasta los 383 puntos.

Menos afectada se mostró la Bolsa de Milán, que pese a abrir en negativo, lograba remontar pasada una hora y media de sesión con su índice FTSE MIB subía un 1,23 %, hasta situarse en los 14.259,93 puntos, para acabar cerrando en positivo con un alza del 1,91 %, hasta los 14.356,13 puntos.

La decisión de S&P dio pie, además, a un intercambio de declaraciones y reproches entre el Ejecutivo italiano y la agencia estadounidense.

Mientras el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, denunció en un comunicado que las conclusiones de S&P parecían estar más dictadas "por lo que cuentan los periódicos que por la realidad" y subrayó que su decisión estaba influida por consideraciones políticas, la agencia de medición de riesgos rebatió que sus evaluaciones son "apolíticas".

Unas muestras de preocupación a las que se sumó la presidenta de la patronal italiana Confindustria, Emma Marcegaglia, quien subrayó que "o bien el Gobierno aprueba reformas serias e impopulares" de forma inmediata o, si no, "debe irse a casa".

Tras la decisión de S&P, ahora se espera la de Moody's, que el pasado viernes anunció que prolongaba el periodo de revisión de la calificación de la deuda soberana de Italia, que ahora fija en "Aa2", para una posible rebaja.

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