En la semana cerrada el 31 de julio, las reservas comerciales de crudo bajaron 4,4 millones de barriles a 455,3 millones.
Analistas consultados por la agencia Bloomberg esperaban una merma de 1,63 millones y la organización American Petroleum Institute (API) preveía una caída de 2,4 millones de barriles.
En contraste, las reservas de gasolina aumentaron 800.000 barriles, cuando los analistas de Bloomberg aguardaban un declino de 200.000 barriles y la API una baja de un millón.
Los stocks de destilados se incrementaron en 700.000 barriles, una cifra menor a la que esperaban los analistas.
Hacia las 14H00 GMT el barril de "light sweet crude" (WTI) para entrega en setiembre enlentencia su alza en los mercados y subía 35 centavos a 46,09 dólares.
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