'Super Mario' Monti, el hombre que desafió el monopolio de Bill Gates

  • Mario Monti es célebre por su cruzada contra los monopolios y a favor de la libertad comercial, que le llevó a enfrentarse, como el propio fontanero de Nintendo, a la todopoderosa Microsoft. 'Super Mario' pasará a la historia como el hombre que socavó la dictadura de Bill Gates en el mercado tecnológico.

Monti espera sanear la situación financiera italiana y retomar el crecimiento
Monti espera sanear la situación financiera italiana y retomar el crecimiento

Mario Monti es todo lo contrario que Silvio Berlusconi. Si 'Il Cavaliere' mostró al mundo la cara más extravagante y polémica de Italia, él mostró la más racional y comedida; si Berlusconi coqueteó con el poder, él lo miró siempre desde lejos, dispuesto a combatirlo.

El ex comisario de la Competencia de la Unión Europea, de 68 años, es uno de esos "eurócratas" a los que el continente debe agradecer las medidas más duras y necesarias. Un técnico más que un político, que conoce a la perfección al mayor enemigo de su país, los mercados, que se han servido la cabeza de Silvio Berlusconi y han puesto a Italia al borde del abismo.

Nació en Varese, al norte de Milán, y se educó con los jesuitas. Más tarde se graduó en Economía en la prestigiosa Universidad Bocconi, de la que ha sido rector y ahora es presidente, y acabó estudiando en Yale junto al premio Nobel James Tobin, el 'robin hood' que teorizó la popular tasa sobre las transacciones financieras.

También el mundo de la empresa ha recibido el toque de Monti. En los años 70, Guido Carli y Gianni Agnelli fueron sus padrinos en los círculos del poder financiero de Italia, ayudándole a meter la cabeza en los consejos de administración de Fiat, Generalli y Comit.

El currículum de Monti avala su nombramiento al frente del gobierno de emergencia con que Giorgio Napolitano quiere sacar al país de la bota del charco en que se ha metido. Desde que Monti puso el primer pie en las instituciones europeas, se puso al frente de la lucha contra los paraísos fiscales, y se labró una reputación de hombre valiente y honesto que le ha valido el apodo de 'Super Mario'.

Tal vez por eso nunca le gustó la política que se hacía en su patria, eternamente lastrada por las divisiones partidistas. Lo dejó claro hace diez años, cuando aseguró no haber manifestado nunca "buena disposición por ningún partido italiano". Fue entonces, en 2001, cuando rechazó la cartera de Exteriores, y tres años más tarde la de Economía.

Como primer ministro no le va a temblar la mano a la hora de tomar decisiones difíciles. Ya las tuvo que tomar en sus tiempos al frente de la que es probablemente la cartera menos agradecida de la Unión Europea, la que tiene que lidiar con los intereses de las grandes empresas y sus gobiernos.

Sobre todas las cosas, Monti se hizo célebre por su cruzada contra los monopolios y a favor de la libertad comercial, que le llevó a enfrentarse, como el propio fontanero de Nintendo, a la todopoderosa Microsoft. 'Super Mario' pasará a la historia como el hombre que socavó la dictadura de Bill Gates en el mercado tecnológico.

El 23 de marzo de 2004, por unanimidad de sus veinte miembros y a pesar de las fuertes presiones de Washington, la Comisión Europea decidió imponer a Microsoft una multa de casi 500 millones de euros por abuso de posición dominante. Además de a rascarse el bolsillo, Europa obligó a Microsoft a modificar Windows, el sistema operativo más célebre de la historia, para permitir que sus competidores fabricasen terminales compatibles.

El mérito es de Monti. 'Super Mario', que por aquel entonces era el único comisario sin un pasado político, pronunció un discuso ante el Parlamento Europeo que fue la honda que abatió los argumentos del gigante. Monti se desprendió de todo prejuicio ideológico y defendió su medida como un bien para los consumidores, que desde entonces tienen acceso a una gama más amplia de productos, con precios más asequibles, gracias a la restaurada competencia.

"Lo que decimos es que los consumidores y los fabricantes de harware para ordenadores deben poder decidir qué reproductor multimedia quieren tener preinstalado en sus ordenadores. Deben poder decidir, no que Microsoft lo haga por ellos. Nuestra decisión pretende proteger al consumidor y estimular la innovación", fueron las acertadas palabras de Monti, que hoy día suenan una vez más justas y necesarias.

La multa fue espectacular, la más alta que jamás ha impuesto Bruselas a una empresa. Pero, sobre todo, la sentencia marcó un antes y un después en la historia de la tecnología.

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