Las cabinas telefónicas, imprescindibles hace años, pueden tener los días contados. La generalización de los teléfonos móviles -hay 50,7 millones de líneas móviles en España- y el alto coste que supone mantenerlas, aconseja su desaparición, antes de 2017, desde un punto de vista práctico.
Un infome elaborado por la la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a petición de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información dado a conocer hoy, pero fechado el pasado 1 de marzo, propone que se "revise la conveniencia de mantener estos elementos del servicio universal de las telecomunicaciones".
En el mismo sentido apunta que se debe estudiar el futuro de las guías de abonados, finiquitadas por la popularización de Google en los móviles.
Todos los abonados al servicio telefónico fijo o móvil tienen derecho a figurar en la guía de números de abonados y a recibir un ejemplar correspondiente a su zona geográfica.
El derecho a figurar o no en la guía se ejerce a través del operador que presta el servicio telefónico, mientras que el derecho a recibir la guía lo garantiza Telefónica de España en su condición de operador designado a tal efecto en el marco del servicio universal. En la actualidad, las guías se reciben sólo bajo petición.
Sin embargo, aboga por conservar en él servicio universal la banda ancha a 1Mbit/s.Servicio garantizado
La CNMC analiza en su informe de 17 páginas el servicio universal para identificar en qué casos su prestación podría no quedar asegurada mediante el libre mercado.
En el caso de las cabinas, el informe concluye que en España su número se han reducido notablemente, ya ha caído desde las 108.899 que había en el año 2000 a las 34.735 registradas en 2014. Hoy quedan poco más de 25.800.
Todas son deficitarias por su bajo uso y por su costoso mantenimiento, ya que las cabinas son objeto constante del vandalismo. Según el Eurobarómetro 2014, el 88% de los encuestados nunca han utilizado las cabinas, en línea con la media europea.
Sin embargo, al mismo tiempo que se han reducido los usuarios, el coste de mantenerlas dentro del servicio universal se ha multiplicado por tres. "Si en 2012 el coste neto de las cabinas se situaba en 400.000 euros, en 2013 éste ya superaba los 1,2 millones de euros", destaca la CNMC.
El organismo regulador también recuerda que el Gobierno francés ha decidido
recientemente excluir las cabinas del servicio universal, lo que permitirá a Orange empezar a
desinstalarlas. En Francia quedaban en 2014 unas 75.000 cabinas, de las que 46.000 formaban
parte del servicio universal.
Mientras, el Eurobarómetro de 2010 señala que un 52% de los españoles no ha usado nunca guías de abonado en papel, que desde 2014 sólo se envían bajo petición, y nadie afirma usarla más de una vez al mes.
En cuanto a la banda ancha de 1 Mbit/s incluida en el servicio universal, la CNMC incide en
que 445.199 líneas en España no tienen cobertura de banda ancha a esta velocidad (el 2,5% del
total de accesos fijos). Por lo tanto, considera necesario mantener la conectividad de banda ancha a 1Mbit/s dentro del servicio universal.
El servicio universal garantiza una serie de servicios de telecomunicaciones a todos los
usuarios "con un independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a
un precio asequible".
Actualmente, el servicio universal incluye el acceso a la telefonía fija, la banda ancha de 1
Mbit/s, guías de abonado, servicios de información telefónica y una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago (cabinas).
Telefónica y TTP (Cabitel, empresa del Grupo Telefónica) son las empresas encargadas de prestar el servicio universal, cuyo coste neto se reparte anualmente entre Telefónica, Telefónica Móviles, Vodafone y Orange.
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