Tercer caso. En el consejo de administración de una empresa fabricante de maquinaria

Pablo Fernández
Pablo Fernández

Director general (Juan). Una nueva normativa de Hacienda permite que aumentemos la amortización en €1 millón. Como la empresa reporta beneficios, os propongo que lo hagamos.

Se estableció el siguiente diálogo.

Consejero 1 (Manuel). La amortización representa el desgaste de nuestros activos. Yo me opongo a aumentarla porque el mercado lo interpretaría como que cuidamos mal nuestros activos.

Consejero 2 (José). Yo apoyo a Manuel y quiero que conste en acta que el Director General ha querido disminuir el dividendo de modo torticero: si amortizamos más, tendremos menos beneficios y, por consiguiente, podremos pagar menos dividendos.

Consejero 3 (Joaquín). Como siempre, apoyo a Manuel y a José. Si aumentamos la amortización, disminuirán los fondos propios que, como todo el mundo sabe, son el mejor indicador de la fortaleza de la empresa. ¿Qué pretendes, Juan? ¿Quieres que sea más fácil que nos compre un competidor?

Consejero 4 (Luis). Yo también me opongo a aumentar la amortización porque va contra el crecimiento de la empresa. Al aumentarla, debemos dotar más el fondo de amortización y el dinero que va allí no se puede utilizar para el crecimiento de la empresa.

Consejero 5 (Ramiro). Además de todo lo que habéis explicado tan bien está el hecho de que la amortización sirve también como alarma para reponer máquinas y otros activos: cuando una máquina está totalmente amortizada, hay que pensar en comprar otra. Si aceptamos la propuesta de Juan, seguramente repondríamos las máquinas antes de tiempo.

Consejero 6 (Alfredo). Estoy de acuerdo con todos los consejeros, pero recuerdo (aunque no lo entiendo) que un profesor me dijo que “la amortización es un origen de fondos”.

Te piden ayuda para encauzar la reunión. ¿Quiénes te parece que tienen razón? ¿Cómo definirías la amortización?

Mostrar comentarios