Lo hemos visto muchas veces en el cine, pero pocos lo han usado. El escáner de huella dactilares es un básico en cualquier película de James Bond. El malo de turno pasa su mano por un detector para abrir la puerta de su cuartel general. Pero la ficción se ha terminado por los funcionarios de Rincón de la Victoria (Málaga).
En las películas, este sistema sirve para proteger un tesoro o algún plan secreto para acabar con el mundo. Pero en el ayuntamiento malagueño lo que pretenden es controlar que los funcionarios cumplen sus horarios.
El jueves (1 de marzo) se pondrá a prueba este sistema que ha costado 30.000 euros. La cantidad merecerá la pena si consigue cumplir el objetivo: frenar el absentismo laboral de sus 250 empleados, explica el periódico local Sur.
Se acabaron las hojas de inscripción a la entrada del recinto. Policías locales, funcionarios de la administración y otros empleados tendrán que digitalizar su huella dactilar todos los días.
Pero la iniciativa del Ayuntamiento no afectará a todos por igual. Un poquito de polémica al asunto: los concejales del gobierno popular no tendrán obligación de pasar el control dactilar. Lo mismo pasará con otros cargos de confianza, aunque sus tareas profesionales se desarrollen en el ayuntamiento.
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