Una exposición muestra el lado positivo del anarcosindicalismo en sus 100 años

Barcelona.- Una exposición muestra desde hoy y hasta el 15 de febrero en el Museo de Historia de Cataluña el "lado positivo" del anarcosindicalismo en el centenario del nacimiento de la Confederación Sindical del Trabajo, la CNT.

A través de una selección de prensa, libros, carteles y documentos de archivo, la exposición recuerda a sus protagonistas, evoca sus realizaciones, recupera su memoria y pretende además reivindicar su vigencia.

La exposición sitúa cronológicamente al espectador desde los principios filosóficos que dieron origen a la CNT hasta el presente, ya con las siglas de la Confederación General del Trabajo, a través de cuatro etapas diferenciadas por colores: el verde de 1910-1931, el violeta de 1931-1939, el marrón de 1939-1975 y el rojo de 1975-2010.

En cada etapa se acompaña una cronología y una lista de 25 nombres de destacados militantes, que suman los 100 nombres más destacados de este centenario.

El anarcosindicalismo, movimiento sindical de carácter revolucionario y orientación anarquista, nació en la península ibérica como una fuerza revolucionaria con una intensidad sin precedentes en ninguna otra parte del mundo, recuerda Rafael Maestre, comisario de la muestra junto con Cristina Escrivà.

Maestre se ha mostrado crítico con la exposición "Tierra y libertad" que se inauguró el pasado mes de octubre en Zaragoza, "una exposición que ponía el acento en el lado más negativo del anarcosindicalismo, es decir, su violencia".

Para el comisario, "el anarcosindicalismo no fue sólo la parte violenta, sino también el sindicalismo, la educación, la ideología, las mujeres, la lucha por la conquista de la mejora de las condiciones de trabajo".

Para ilustrar la diferencia entre una exposición y otra, Maestre recuerda que "en Zaragoza había una recreación perfecta de una librería con el asesinato de Canalejas, mientras que en la de Barcelona se reproduce el despacho de un local sindical".

Carteles de la guerra civil, el carné de Juan Peiró, que fue ministro de la CNT en el gobierno de la República, una carta de 1950 escrita en parte en clave y en parte con tinta invisible o una "vietnamita", que se utilizaba para imprimir octavillas y panfletos, son algunos de los objetos que se exhiben en la exposición, en su mayor parte inéditos, procedentes del archivo de la Fundación Salvador Seguí.

La Fundación Salvador Seguí, que cuenta con sedes en Madrid, Barcelona y Valencia, es un centro de estudios libertarios fundado en 1986 para recopilar, ordenar, conservar y divulgar la documentación referente al movimiento libertario.

La CNT tiene sus orígenes en las condiciones de explotación laboral que sufría el proletariado en el siglo XIX, que desembocaron en la creación en Londres en 1864 de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la AIT.

Pocos años después, en 1870, se constituyó en Barcelona la sección española de la AIT, llamada la Federación Regional Española, y tras la escisión de la Internacional, la Federación obrera se reorganizó y pasó bajo diversas denominaciones a lo largo del tiempo, hasta que en 1907 nació en Barcelona, por iniciativa de varias sociedades obreras de diversos oficios, una organización llamada Solidaridad Obrera, germen y origen de la CNT.

Cuando nace la CNT, que, según el comisario, constituye "la madurez del anarcosindicalismo", la nueva organización aúna "los postulados del sindicalismo revolucionario con aquellos que aporta el anarquismo al movimiento obrero: la acción directa, el federalismo, el colectivismo que hoy llamamos autogestión y el proyecto libertario de nueva sociedad".