Una filial de la farmaceútica GSK condenada a pagar 380 millones de euros por sobornos

    • La trama se destapó a partir de un correo electrónico anónimo que señalaba que los equipos de ventas del gigante farmacéutico compraban a médicos influyentes con regalos y dinero.
    • El Tribunal también ha condenado a cinco empleados de la compañía a penas de dos a cuatro años de cárcel.
Filial china de GSK pagará una multa récord de 489 millones de dólares por sobornos
Filial china de GSK pagará una multa récord de 489 millones de dólares por sobornos

La filial china de la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha sido condenada a pagar una multa récord de 3.000 millones de yuanes (489 millones de dólares, unos 380 millones de euros)por pagar sobornos, según ha informado la agencia estatal de noticias Xinhua

Un tribunal de la ciudad de Changsha (capital de la provincia de Hunan) ha emitido esta decisión tras un juicio a puerta cerrada, en el que también ha condenado a cinco empleados de la compañía a penas de dos a cuatro años de cárcel. Entre ellos, Marcos Reilly, ex jefe de GSK en China.

Con este veredicto culmina la maraña de sobornos que empezaron a hacerse públicos en julio del año pasado, a partir de un correo electrónico anónimo que señalaba que los equipos de ventas del gigante farmacéutico compraban a médicos influyentes con regalos y dinero en efectivo para que recetasen medicamentos de la compañía. También indicaba que algunos médicos fueron invitados a viajes con los gastos pagados, bajo la excusa de conferencias médicas.

Unos meses después, el Ministerio de Seguridad Pública de China afirmaba que algunos directivos de la filial china de la compañía farmacéutica GSK habían confesado graves delitos económicos tras ser interrogados por la Policía. El ministerio acusó a los sospechosos de ofrecer "grandes sobornos" a funcionarios del Gobierno chino, asociaciones y fundaciones médicas, hospitales y médicos "con el objetivo de ampliar el mercado de la compañía y subir los precios de sus medicinas".

Por su parte, GSK investigó las denuncias con asesoramiento jurídico y auditoría externa y asumieron "alguna conducta fraudulenta" que derivó en despidos de varios empleados y cambios en el procedimiento de supervisión en China. Ahora es el tribunal chino quien pone la última palabra y, además de condenar a cinco empleados, multa a la filial china a pagar una cifra récord.

Por su parte, GSK señala en un comunicado en su página web que las actividades de la filial china eran una "clara violación" de la normativa de la compañía y de la legislación del gobierno chino. "Llegar al final del asunto era una cuestión importante para nosotros, aunque ha sido profundamente decepcionante para GSK. Tenemos que aprender de esto", expone en el comunicado Andrew Witty, portavoz de la farmacéutica.

El escándalo de GSK es el mayor de corrupción en el que se ve implicada una compañía extranjera en China desde las investigaciones contra el gigante minero Río Tinto en 2009, que concluyeron con condenas a prisión de entre 7 y 14 años para cuatro ejecutivos.

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