Una novela negra recrea el año 1936 al hilo de crímenes de niñas en Madrid

  • Thais Lozano.

Thais Lozano.

León, 9 feb.- En marzo de 1936, tras la victoria electoral del Frente Popular, el inspector Julián Fierro debe investigar una serie de asesinatos de adolescentes que aparecen estranguladas en las calles de un Madrid que pocos meses después se toparía con la Guerra Civil y en el que tan solo interesan los crímenes políticos.

Es el argumento de "Al Acecho" (editorial Algaida), la segunda novela negra de la escritora y periodista leonesa Noemí Sabugal, con la que se alzó ganadora en diciembre de la XXXI edición del Premio Literario Felipe Trigo, dotado con 20.000 euros.

Sabugal, en una entrevista con Efe, explica que el libro comienza con el asesinato de una chica en un callejón de Madrid, cuya investigación toma el inspector Fierro, un hombre "con dificultades" para conectar con los demás y "que muerde antes de ser mordido".

Será el primero de otros asesinatos similares y Fierro, con la amenaza del estallido de la Guerra Civil, deberá tomar una decisión.

Sabugal explica que, aunque su pretensión es centrarse en los crímenes, esto va a ser imposible porque los acontecimientos le superan y máxime en una época en la que "había mucha violencia", los jóvenes de la Falange eran "de gatillo fácil" y primaban los asesinatos por motivos políticos.

La intención de Sabugal es "situar al lector en esa época" y que piense qué habría hecho él en el lugar de Fierro, cómo habría reaccionado "si le hubiera tocado vivir esa etapa tan complicada".

Aunque el fantasma de la guerra siempre está presente, "Al Acecho" no entra de lleno en el conflicto. De hecho, el libro termina el 28 de agosto, un mes después del inicio de la contienda, cuando se produjo el primer bombardeo contra civiles en Madrid.

Para Sabugal, era importante hablar de los meses anteriores a la contienda precisamente porque de la Guerra Civil "se sabe más", especialmente en los últimos tiempos en los que va quedando atrás la época de la transición, años en los que se evitaba hablar de la República y de las víctimas.

"El discurso durante muchos años ha sido el de los vencedores", explica la autora, quien afirma que leyes como la de memoria histórica han ayudado mucho en ese sentido puesto que permiten rescatar de las fosas a familiares de "mucha gente aún viva".

Sabugal mantiene que "si las elecciones de 1936 las hubiera ganado el Frente Nacional no se hubiera producido la guerra, por tanto, según ella, "el conflicto no era tan inevitable como lo presentaban". "Lo que se hizo fue quitar con las armas lo que se había ganado en las urnas", agrega.

Para escribir su segunda novela, tras "El asesinato de Sócrates", la escritora se documentó con periódicos de la época, como El Sol y con los documentos de historiadores como Alice Paige.

La fotografía de portada muestra a dos niñas refugiándose de un bombardeo aéreo y, en cuanto al título del libro, es un homenaje al poemario "El hombre acecha", de Miguel Hernández, que le sirve a Sabugal para reflejar que, en aquella época, "el hombre estaba al acecho del hombre". EFE

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