Usuarios telefonía móvil protestan por bloqueo de señal a cárceles hondureñas

  • Decenas de personas interrumpieron hoy durante varias horas el tráfico terrestre entre Tegucigalpa y San Pedro Sula, las más importantes de Honduras, por el bloqueo a la señal de telefonía móvil en las cárceles del país, desde donde operan bandas criminales, algo que está afectando a muchos usuarios.

Tegucigalpa, 9 feb.- Decenas de personas interrumpieron hoy durante varias horas el tráfico terrestre entre Tegucigalpa y San Pedro Sula, las más importantes de Honduras, por el bloqueo a la señal de telefonía móvil en las cárceles del país, desde donde operan bandas criminales, algo que está afectando a muchos usuarios.

"No es justo que por una medida contra las cárceles nos quedemos incomunicados", dijo a periodistas uno de los manifestantes que es usuario de la telefonía móvil, cuyo servicio controlan dos empresas extranjeras y que el sábado comenzaron a bloquear su señal a las prisiones acatando una nueva disposición gubernamental.

Los manifestantes bloquearon durante unas cuatro horas el paso a la altura de Támara, unos 25 kilómetros al norte de Tegucigalpa, sobre la carretera que conduce a San Pedro Sula, norte.

El Parlamento de Honduras aprobó en días recientes la Ley de Limitación de Servicio de Telefonía Móvil Personal y Comunicaciones en centros penales, que prohíbe a los operadores brindar o prestar servicio en los espacios físicos donde se ubican las cárceles o granjas penales de todo el país.

Una de las empresas de telefonía móvil advirtió el viernes a sus abonados que "en cumplimiento a la ley contra servicios celulares en centros penales se bloqueara la señal en varias zonas a nivel nacional".

La disposición gubernamental estaría afectando a los usuarios de la telefonía móvil localizados un kilómetro a la redonda de las cárceles.

El sistema penitenciario hondureño está conformado por 24 cárceles, en su mayoría operando en obsoletos edificios y en medio de hacinamiento de reos.

Globalmente, los centros penales tienen capacidad para unos 8.000 presos, pero la población penitenciaria ronda los 13.000, según fuentes oficiales.

Algunas de las cárceles, de hecho, son controladas por los mismos reos, lo que han reconocido las autoridades, que además aseguran que en el interior de las prisiones operan bandas del crimen organizado.

Esas bandas controlan sus operaciones y ordenan la ejecución de múltiples delitos, incluso crímenes, a través de la telefonía móvil.

El asalto de una agencia financiera en Choloma, departamento de Cortés, el pasado día 1, en el que un guardia de seguridad fue asesinado por uno de los cuatro delincuentes que ingresaron al local, con el rostro descubierto, fue dirigido desde el presidio de la vecina ciudad de El Progreso, Yoro, según la Policía Nacional.

Imágenes de televisión registradas por cámaras de seguridad de la agencia financiera facilitaron la identificación de los asaltantes, que fueron capturados el pasado viernes, junto a otros seis individuos que serían miembros de una misma banda.

La restricción de teléfonos móviles en las prisiones de Honduras es una de las diferentes acciones ordenadas por el presidente del país centroamericano, Juan Orlando Hernández, para reducir la violencia criminal que afecta al país centroamericano, donde a diario son asesinadas unas 20 personas.

Las cárceles hondureñas, según organismos de derechos humanos, son una especie de "universidad del crimen" donde los delincuentes operan con libertad porque las autoridades penitenciarias lo han permitido hasta ahora, pero eso no se seguirá permitiendo, según el presidente.

Hernández ha reiterado que hará "lo que tenga que hacer" para garantizarle a sus compatriotas "paz y seguridad".

Según el gobernante, a los delincuentes y criminales "se les acabó la fiesta" y la opción que tienen es rectificar su conducta, ir presos o abandonar el país porque serán perseguidos por los cuerpos de seguridad.

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