Wall Street vuelve a la fiesta de 2013 y se olvida de la prudencia

  • Wall Street ya ha vuelto al festival de récords que caracterizó 2013, acumula subidas de seis días consecutivos y quiere conquistar nuevas marcas, pero la doble plusmarca del Dow Jones y el S&P 500 vino acompañada de la preocupación por vivir una nueva sobrevaloración de las acciones.

Mateo Sancho Cardiel

Nueva York, 20 jun.- Wall Street ya ha vuelto al festival de récords que caracterizó 2013, acumula subidas de seis días consecutivos y quiere conquistar nuevas marcas, pero la doble plusmarca del Dow Jones y el S&P 500 vino acompañada de la preocupación por vivir una nueva sobrevaloración de las acciones.

Apenas medio año ha durado a los inversores la obediencia a la recomendación de prudencia con la que Ben Bernanke cerró su histórico mandato en la Reserva Federal de Estados Unidos.

Consciente de la situación ficticia que su estímulo había creado en los mercados, pidió como deseo para 2014 unas acciones que podían y debían desacelerar su escalada.

Por obediencia o por un invierno que paralizó la economía, lo cierto es que Wall Street se despidió de los récords, las barreras psicológicas, los "rallys" y toda la terminología triunfalista que se había convertido en el pan de cada día en el parqué de finales del año pasado.

Pero llegó la primavera, pasaron unos cuantos recortes del estímulo, los mercados se sintieron emancipados del dinero público y, en este momento, parece que la historia se repite: un anuncio de la Fed, una economía que mejora y un paréntesis de respiro entre el fin del estímulo y el comienzo de la subida de los tipos de interés hacen que los inversores, tradicionalmente poco reflexivos, se desboquen.

Y, claro, desde lo más alto, desde un Dow Jones que se acerca a los 17.000 puntos y un S&P 500 que roza los 2.000, a los analistas les entra el vértigo cuando miran hacia abajo y temen una burbuja especulativa que no se corresponda con una realidad económica cuya recuperación todavía es frágil.

La prueba fue que hoy en Wall Street nadie se preocupó ni lo más mínimo por el conflicto que puede volver a desestabilizar la escena internacional, un nuevo auge de los conflictos en Irak, y se limitaron a disfrutar de la subida de los precios que generó en el petróleo de Texas, a que el sector energético fuera de los de mejor actuación y ningún tipo de reacción en cadena como la que desató la crisis en Ucrania.

Y así se despedía esta semana, la quinta de las últimas seis con ganancias, con una pregunta. ¿Es esta vez necesario llamar a la prudencia?

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