César Alierta, nuevo consejero de la entidad financiera italiana Mediobanca

Cuatro meses después de abandonar el consejo de administración de Telefónica, la ‘teleco’ que presidió durante más de 15 años, César Alierta vuelve a un alto órgano dirección corporativa. El directivo español ha sido nombrado este viernes consejero de Mediobanca, la entidad financiera italiana presidida por Renato Pagliaro.

El directivo aragonés dejó la presidencia de Telefónica en marzo de 2016, cediendo el testigo a su hasta entonces número dos, José María Álvarez-Pallete. Alierta permaneció en el órgano de dirección un año más, hasta su marcha esta primavera, y no se ha desligado de la operadora española, porque sigue de la presidencia de la Fundación Telefónica.

Durante este año, el también expresidente de Tabacalera, ha recibido diversas propuestas para incorporarse a cargos directivos de sociedades españolas pero, finalmente, se ha decantado por Mediobanca. Uno de los factores que han pesado en esta decisión han sido los vínculos empresariales de Alierta con el país transalpino.

Bajo su presidencia, Telefónica desembarcó en Italia hace ahora una década. Entró en el capital de Telecom Italia en 2007 y llegó a convertirse en el accionista mayoritaria de la operadora italiana en 2013. Dos años después decidió abandonar la sociedad. Lo hizo a través de una operación de venta de acciones a Vivendi, a cambio de los títulos de GVT, entonces filial brasileña del grupo francés. Un movimiento que permitió a la operadora española convertirse en líder del mercado brasileño.Ingresos récord

Mediobanca es una de las entidades financieras de referencia en Italia. Durante el pasado ejercicio alcanzó el volumen de ingresos más elevado de su historia: 2.047 millones de euros, impulsada por el repunte del crédito al consumo, que creció un 13% (784 millones de euros). Durante este último ejercicio fiscal, Mediobanca logró un beneficio neto de 605 millones de euros, un 2% más que en el ejercicio previo y adquirió el negocio de banca minorista de Barclays en Italia, a través de su filial Che Banca!.

Esta evolución se produjo en un contexto difícil para las entidades transalpinas. Hace sólo unos meses, el Estado italiano tuvo que salir al rescate de Monte dei Paschi di Siena con la inyección de 5.400 millones de euros.