Ofrecido por MUTUA MADRILEÑA

Alberto Miralles: Biomedicina al servicio de la inclusión

  • Este  bioingeniero recibió una beca de la Fundación Mutua Madrileña y se especializa en el desarrollo de dispositivos biomédicos.
Alberto Miralles: Biomedicina al servicio de la inclusión
Alberto Miralles: Biomedicina al servicio de la inclusión

A Alberto Miralles, graduado en Ingeniería Biomédica, la vocación por esta disciplina le viene de largo. “Desde que era un niño me han encantado la ciencia y la ingeniería. Aún me acuerdo de preguntarle a mi abuelo cómo funcionaban incontables cosas: tanto un coche, como un microondas, la electricidad...”, explica. “Además, mi padre es farmacéutico y tiene un laboratorio de análisis clínicos y cuando era pequeño soñaba con dedicarme a lo mismo que él”. No obstante, hubo un hecho más especial que le impulsó a estudiar esta carrera y que le motiva ahora a seguir formándose en ella. “El día que mi padre pudo escuchar gracias a un implante coclear lo tuve claro. La mirada de un padre al escuchar por primera vez la voz de su hijo o la mirada de una persona con movilidad reducida al poder caminar por primera vez no tiene precio. Desde aquel día, he tenido claro que me encantaría diseñar instrumentación médica avanzada para ayudar a que las personas con discapacidad puedan tener una vida más fácil”.

Miralles es uno de los jóvenes que el pasado mes de julio de 2019 recibió una beca de postgrado para la ampliación de estudios en el extranjero de la Fundación Mutua Madrileña (que hoy abren la inscripción para la siguiente convocatoria), un apoyo que le ha llevado hasta Holanda para cursar un máster en Ingeniería Biomédica especializado en Dispositivos Biomédicos y Bioelectrónica en la Delft University of Technology, una de las mejores del mundo en este campo de estudio

Miralles es uno de los jóvenes que el pasado mes de julio de 2019 recibió una beca de postgrado de la Fundación Mutua Madrileña, un apoyo que le ha llevado hasta Holanda para cursar un máster en Ingeniería Biomédica especializado en Dispositivos Biomédicos y Bioelectrónica en la Delft University of Technology, una de las mejores del mundo en este campo de estudio. “Tras cuatro años de carrera, me encantó la idea de poder seguir estudiando y especializarme para desarrollar y mejorar dispositivos biomédicos. Esta universidad cuenta con numerosos laboratorios de investigación centrados en dispositivos biomédicos y además ofrece mucha flexibilidad para elegir optativas. En mi caso, he elegido varias asignaturas de emprendimiento y ‘startups’, así que también estoy aprendiendo muchos conceptos sobre la creación de empresas con gran disposición para innovar y satisfacer las necesidades del mercado”.

Durante la carrera -estudió Ingeniería Biomédica en la Universidad Carlos III de Madrid-, este joven ingeniero realizó una estancia en la Universidad de New South Wales, en Sidney, y otra en Purdue University, en Estados Unidos, donde terminó la carrera y pudo elaborar varios proyectos en un laboratorio de investigación biomédica, uno enfocado en el desarrollo de dispositivos multifuncionales flexibles con aplicaciones avanzadas y otro en la implementación de un novedoso método para regeneración de las neuronas dañadas de la médula espinal a partir de dispositivos biomédicos completamente biorreabsorbibles. “El primero está publicado en una revista importante de nanotecnología y el segundo se publicará también este año”.

Tras estas experiencias internacionales, y aunque en un futuro no descarta vivir en España, Miralles es consciente de que el auge de la ingeniería biomédica está en países como Estados Unidos, Países Bajos, Bélgica o Alemania y es donde más probabilidades de trabajo ve. “Durante mi vida laboral no solo me gustaría ayudar a las personas con discapacidad por medio de dispositivos biomédicos, sino también me gustaría ayudar a su inclusión social a la vida laboral. Lo que se busca principalmente con el desarrollo de esta tecnología es permitir que estas personas tengan una vida autónoma e independiente, y para ello es de gran importancia que puedan generar sus propios ingresos, apoyándolas desde capacitaciones y formaciones para que puedan desempeñarse en diferentes áreas de empleo”, explica. “Por la experiencia de mi padre sé que para las personas con discapacidad es más difícil encontrar trabajo y me encantaría que en la empresa en la que esté vinculado, o incluso en mi propia empresa, se promueva la contratación de personas con discapacidad”.

Con esta misma ilusión, este joven confía en que su formación pueda mejorar la vida gente y que se logre llegar a dispositivos biomédicos personalizados que sean completamente útiles para las personas con discapacidad. “Para mí, sería un sueño que mi padre pudiese escuchar todavía mejor con un implante coclear pensado y diseñado de su mano, pues nadie mejor que él o una persona con discapacidad auditiva sabe que mejoras o cambios necesita”, concluye.

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