Cuando Inglaterra y Francia crearon Oriente Medio

El polvorín actual de Oriente Medio es una creación de los ingleses y los franceses en la 1ª Guerra Mundial. Por aquel entonces todo lo que ahora se conoce con ese nombre estaba en gran parte bajo el imperio otomano. Los turcos dominaban desde el Bósforo a Egipto, lindando con Persia (hoy Iran).  Lo habían hecho durante siglos manteniendo loa zona en un periodo de paz. Bien es cierto que sus métodos no eran lo que se puede llamar “suaves”. Su ejército era contundente. Ya a finales del siglo XIX fueron perdiendo sus dominios europeos. Grecia se libera con la ayuda británica y el Califato Otomano se recluye en Asia cercana.

Un Asia en la que se descubren las inmensas cantidades de petróleo que guarda su subsuelo. Inglaterra y Francia preparan un plan para dejar en manos de sus compañías petroleras su explotación. Apoyan la “liberación” estos territorios con la sublevación de los árabes, empezando por los saudíes. Laurence de Arabia, el iluso, cree en una nación “Árabe Unida”,  algo que sus jefes consideran una locura. Cambiar en la zona un actor dominante (el turco) por otro sin experiencia (el árabe) no era su plan. Al contrario, se trataba de sustituir a un poderoso monopolista por un mosaico de países mucho más fáciles de dominar. Así nacen Arabia Saudí, Irak, Siria, Líbano, Jordania…. Y ¡Palestina! Turquía se reforma y crea su actual república.

Por si fuera poco los aliados vencedores introducen un “Caballo de Troya” en el territorio con la creación del Estado de Israel después del genocidio nazi de la 2ª guerra mundial.  Hay derechos históricos que justifican este movimiento, pero el aumento de inestabilidad en la zona es evidente.

Lo demás, en el siglo XX, son consecuencias de la desmembración del imperio turco. Algo similar ocurrió con la caída de Sadam Husein ya en las postrimerías del siglo a manos de la coalición que lideró EE.UU. Su mandato fue sustituido por un proceso de inestabilidad, que junto con la guerra civil de Siria ha convertido el Oriente Medio en una zona incontrolada donde la mafia islámica, llamada Yijadismo, en sus diversas formas (AL Qaeda, Estado Islámico,…) campa a sus respetos.

Y es que el egoísmo económico ciega muchas veces y la historia se toma su venganza. Ahora la situación es dantesca. Pedir a la Turquía actual que lidere la zona es imposible. Bastantes problemas tiene dentro de sus fronteras para expandirse y crear una zona de protectorado. Los kurdos no estarían de acuerdo con este movimiento, ni tampoco los iraníes y su aliado libanes Hezbollah, ni el propio Bashar al Assad en Siria, los palestinos o los Saudies.

Entonces ¿Cómo restablecer un cierto orden en la zona? ¿Deben ser los propios árabes? ¿Reforzar a Bashar? ¿Ayudar a los kurdos a reforzar su independencia (Turquía no estaría muy de acuerdo)?

Un lío cuyo origen tiene lugar en los inicios del siglo XX, cuando los ingleses y los franceses jugaron a ser el Doctor Frankenstein y crearon el monstruo que ahora tenemos a unos pocos miles de kilómetros al otro lado del Mediterráneo lleno de asesinos fanáticos irracionales. Algo hay que hacer ¿Qué?.... Difícil decidir.