"Explotó a 5 metros", dice el piloto de helicóptero que esquivó cohete minero

  • Fernando Labrador.

Fernando Labrador.

Aeródromo de La Morgal (Asturias), 1 jul.- El teniente de la Guardia Civil que el 20 de junio pilotaba un helicóptero atacado con lanzacohetes por mineros afirma que un proyectil les explotó a sólo unos cinco metros y que si les hubiese alcanzado "hubiera conllevado un accidente al noventa por ciento de posibilidades".

Así lo relata el teniente, que pide ser identificado únicamente por sus iniciales, J.A.H.B., durante una entrevista con Efe en el helipuerto que la Guardia Civil comparte con Bomberos de Asturias en el municipio de Llanera, desde donde cada jornada despegan para informar de las barricadas en las vías durante la huelga minera.

Es madrileño, de 29 años, con pareja estable, sin hijos; llegó a Asturias en enero tras un primer destino en Valencia, cuenta con cerca de doscientas horas de vuelo y se explica despacio, con serenidad, en consonancia con su opinión de que "en situaciones de riesgo no da tiempo a tener miedo".

Ese temple debió tener aquella mañana, cuando él y su compañero de vuelo vieron que desde tierra giraban un lanzacohetes hacia la aeronave y él dio "un palancazo", maniobra aérea que describe como "moverse rápidamente para poner la mayor distancia posible".

Las dos horas anteriores habían sobrevolado la principal ruta férrea que enlaza con León y, de regreso, viraron hacia el oeste al ser informados de una barricada en un puente de la autovía A-63 cerca de Grado, donde al llegar comprobaron que la habían levantado un centenar de mineros que estaban en la carretera.

Además, vieron a un "grupo sospechoso" subido a un monte, se aproximaron hasta unos cien pies de altura (unos treinta metros) y previeron que podían dispararles, como les ha ocurrido en otras ocasiones.

"Cuando lanzaron no nos dimos ni cuenta y uno explotó a la altura de nuestras cabezas, a unos cinco metros del helicóptero", recuerda J.A.H.B. sobre el momento en el que realizaba la maniobra de esquive.

Les han lanzado cohetes otros días, pero él nunca vio uno tan próximo, indica antes de exponer que no son granadas y el helicóptero no estallaría en el aire, sino que comenzaría "un procedimiento de emergencia" con un riesgo mayor en función de en qué lugar del aparato les dé.

En cualquier caso, según los factores de altura, peso, velocidad u orografía en ese momento, estaban dentro de la "curva de la muerte", como se llama en los manuales de pilotaje a las situaciones en las que la fabricante de la nave y las agencias de seguridad aérea minimizan las probabilidades de un aterrizaje sin accidente.

Mientras despliega diagramas de un manual y detalla criterios técnicos, el teniente calcula: "En las condiciones de vuelo de ese día, si hubiésemos tenido que realizar un procedimiento de emergencia hubiera conllevado un accidente al noventa por ciento de posibilidades".

"No sé si ellos lanzan con intención de derribar o no -reflexiona-, posiblemente desconocen las consecuencias".

Y recuerda que con una piedra un pastor derribó un helicóptero del Ejército porque molestaba a su rebaño.

"Podíamos haber caído hasta incluso encima de los mismos tíos que nos estaban lanzando cohetes", añade, tras considerar impredecible dónde tomarían tierra en caso de que el impacto fuera, por ejemplo, en el rotor de cola y el aparato empezara "a girar de forma incontrolada".

Ese día fue detenido uno de los hombres que supuestamente operaba el lanzacohetes, un minero de Tineo de 40 años al que el día siguiente el juez dejó en libertad con cargos por delitos de desórdenes públicos y atentado, obligado a comparecer a diario en la sede judicial de Grado.

Sobre la huelga de la minería, J.A.H.B. considera que todas las situaciones personales "son comprensibles", pero no le gusta que se vea como "un conflicto entre la Guardia Civil y los mineros".

La misión de los guardias civiles es "ayudar a los ciudadanos, sea minero o lo que sea", agrega.

Por eso, si el acusado de dispararle alguna vez se pierde en una ruta de montaña, asevera: "Si me tengo que jugar la vida le salvaré, yo estaré allí".

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