José Bono, el que fuera presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, ministro de Defensa con José Luis Rodríguez Zapatero y presidente del Congreso de los Diputados, está de gira de presentación de su último libro 'Se levanta la sesión. ¿Quién manda de verdad?'. Con esta obra, el político socialista cierra una trilogía en la que aborda la consolidación de la democracia. Lo hace como si de un diario se tratara y cuenta sus vivencias, conversaciones y anécdotas con personalidades relevantes de nuestro país como el Rey, la Reina, Zapatero o Anasagasti, entre otros.
La presentación del libro no es lo único en lo que está sumergido José Bono. El que fuera dirigente socialista ha reorganizado su empresa Hípica Almenara, el negocio ecuestre de la familia. El pasado 14 de noviembre acordaba la escisión total de la compañía, consistente en el traspaso de la totalidad de su patrimonio social a dos sociedades (de nueva creación) beneficiarias de la escisión: Hípica Almenara Sociedad Limitada (adopta la denominación de la sociedad escindida conforme establece el artículo 418.2 del Reglamento del Registro Mercantil) y Viveros 02031924.
Pues bien, meses más tarde la sociedad Viveros 02031924 ya ha sido inscrita en el Registro Mercantil. José Bono realizaba el trámite el pasado 31 de enero aunque el comienzo de operaciones de la compañía tuvo lugar el 20 de diciembre. Además, no será sobre negocios ecuestres sino que da el salto a invertir en inmobiliario. Se trata, según su objeto social, de "la promoción inmobiliaria, así como la construcción, por si o por medio de otras empresas de edificios, construcciones industriales o agrícolas y de toda clase de obras, públicas o privadas. La rehabilitación o remodelación de obras de cualquier naturaleza de las mismas" y tiene al político español como administrador único.
José Bono decidía la escisión total de su negocio ecuestre y traspasar la totalidad de su patrimonio, que se situaba en los 2,5 millones de euros a cierre de 2018, a las dos nuevas sociedades. No obstante, no lo hacía por la mala marcha de Hípica Almenara ya que en su último ejercicio presentado, 2018, la compañía ganaba 7.132,05 euros y dejaba atrás los números rojos del curso anterior, que se situaron en 32.924,52 euros. Aun así, la sociedad tuvo ejercicios mejores ya que en 2015 ganaba 102.958,76 euros e incluso en 2012 alcanzaba un beneficio de 402.726,35 euros o 485.846,17 euros en 2007.
El motivo de que José Bono Martínez escinda su negocio ecuestre, en el que tiene un 80% de acciones y un 5% cada uno de sus cuatro hijos (José, Amelia, Sofia y Ana), obedece a un motivo. Hípica Almenara se dedicaba a la explotación de ganado equipo pero también a otros negocios como el arrendamiento de espacios publicitarios y el alquiler de locales industriales. De hecho, su inmovilizado material se situaba ligeramente por encima de los 2,16 millones de euros.
Hípica de Toledo, según la propia página web de la empresa, ofrece un entorno que recoge la mezcla entre la enorme riqueza paisajística de Toledo con las instalaciones más adecuadas para la práctica de un deporte tan apasionante. Ubicada a escasos 5 minutos del casco urbano de Toledo, en el tramo comprendido entre Aranjuez y Toledo, cuenta con una superficie total de 110.000 metros cuadrados. Su nave de cuadras está equipada con 39 boxes y tiene cinco pistas: una cubierta de 60 por 30 metros, una principal exterior de competición de 90 por 60 metros con vallado de madera, una de entrenamiento de 55 por 65 metros, una de galope de una longitud de un kilómetro y una circular para dar cuerda.
José Bono, que este año cumplirá 70 años, ha decidido realizar estos cambios en su negocio familiar tras abandonar la primera línea política hace casi una década. El cargo en el que más tiempo permaneció fue el de presidente de Castilla-La Mancha, responsabilidad que ejerció durante seis legislaturas. Posteriormente, fue ministro de Defensa entre 2004 y 2006 con el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, consejero de Estado los dos años siguientes y presidente del Congreso de los Diputados de 2008 a 2011.
La familia Bono también tiene otras sociedades. Su hijo José Bono Martínez tiene Attack 84 SL, dedicada a actividades deportivas y que no ha logrado todavía hacer rentable. En 2018 sufría pérdidas de 22.428 euros, casi el doble que el curso anterior cuando arrojaba números rojos por 11.883 euros. En la inmobiliaria Ahorros Familiares Saja figuran como administradores mancomunados su hija Ana y su ex mujer, Ana María Rodríguez, que lograban un beneficio de 161.279 euros en 2018, alrededor de 10.000 euros menos que el curso anterior.
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