La mafia eléctrica de la Operación Ámbar blanqueó más de 32 millones desde 2010

  • El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz envía a prisión al presunto cabecilla de la trama, que tenía ramificaciones en México y Perú

La mafia eléctrica  liderada por el 'tiburón' Esteban Roig Padrosa logró blanquear durante los últimos siete años más de 32 millones de euros procedentes de la supuesta estafa al sistema eléctrico a través de comercializadoras fraudulentas que no pagaban la energía que vendían a sus clientes. Lo logró a través de un entramado de 28 sociedades  que cobraban directamente de esas comercializadoras o de la propia compañía de bandera de Roig, Fix-Control Rate SL. El juez que investiga el caso, Santiago Pedraz, lo ha enviado esta mañana a prisión ante el riesgo de fuga. La trama liderada por Roig, según el juez, tiene ramificaciones en Perú y México, lo que hace presumible el riesgo de fuga.

El juez considera que Roig, un antiguo liquidador que desplumó a decenas de empresarios, era el líder de una organización criminal con dos estructuras claramente diferenciadas. Una "velada", formada por 13 comercializadoras eléctricas que fueron sustituyéndose en el tiempo desde 2010 generando un agujero al sistema eléctrico de 61,1 millones de euros. Pero también una "visible", conformada por su empresa de cabecera, Fix-Control Rate SL, desde la que se controlaba todo el entramado, y otras 28 sociedades dedicadas a diferentes actividades comerciales; desde la consultoría empresarial hasta la venta de ropa y calzado de trabajo.

La parte oculta de la organización era la que se dedicaba a obtener los beneficios ilícitos. El sistema era crear comercializadoras de electricidad que se hacían a través de teleoperadoras con una importante cartera de clientes a los que ofrecían importantes rebajas frente a sus competidores. Esas empresas, sin embargo, no pagaban al sistema eléctrico la energía que repartían entre ellos lo que provocaba su inhabilitación por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Cuando ese organismo iniciaba los trámites para expulsarlas, los clientes pasaban a otra comercializadora de nueva creación que repetía el esquema y así sucesivamente. En total, la cantidad defraudada desde 2010 de esa manera, ascendió a 61,1 millones de euros.

Parte de ese dinero se empleó en la perpetuación del fraude, pero un porcentaje importante, nada menos que 32,4 millones de euros, se blanqueó a través de la estructura "visible" de la mafia. Parte de la suma estafada a lo largo de los últimos siete años -algo más de 14 millones de euros- fue directamente a las cuentas bancarias de la sociedad desde la que Roig presidía su grupo criminal, Fix-Control Rate, y desde ahí a las distintas sociedades 'legales' del entramado. El resto -18,4 millones- fue directamente a este último grupo de firmas cuya actividad no tenía nada que ver con la energía y que también estaban bajo el control del líder de la banda.

Dominio y supervisión de Roig

"El desarrollo de la investigación permite plantear que toda la estructura de la organización criminal se encontraría bajo el dominio y directa supervisión de la dirección, en la persona de Esteban Roig Padrosa", escribe Pedraz en el auto de prisión. Roig es, según el instructor, "quien toma las decisiones de forma autónoma e independiente, trasmitiendo las directrices oportunas sobre el modo de ejecutar las distintas operativas delictivas, supervisando y administrando desde la perspectiva de la dirección, la gestión contable, financiera, logística y societaria".

Además de Roig, para el que se ha decretado la prisión provisional incondicional, Pedraz ha tomado declaración a otros siete miembros de la organización, de los cuáles, solo uno tendrá la obligación de comparecer en el juzgado más próximo a su domicilio cada 15 días. El resto han sido puestos en libertad. El juez investiga los delitos de organización criminal, estafa agravada, fraude fiscal y blanqueo de capitales. 

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