Los sirios se hunden en la desesperante economía de guerra

  • La libra siria ha reducido su valor a la mitad y los precios de todo tipo de productos se disparan de un día para otro. Los ciudadanos sirios han pasado a la economía de subsistencia por culpa del conflicto armado y las sanciones económicas del exterior que ha provocado.
Fuerzas sirias atacan Deraa; Annan recibe respuesta de Asad
Fuerzas sirias atacan Deraa; Annan recibe respuesta de Asad
Corresponsal anónimo en Damasco, Siria | GlobalPost

Después de un aumento salarial del 20% en su sueldo, hasta llegar a los 500 dólares en una compañía estatal aquí,en Damasco, Abu Bassam estaba mejor que la media de empleados sirios. Luego comenzó el levantamiento contra el presidente Bashar al Asad.

Ahora, los ingresos estatales del petróleo se han diluido bajo las agobiantes sanciones internacionales (impuestas en un intento de forzar a Al Asad a cesar en la brutal represión que se ha llevado por delante a más de 7.500 sirios, según datos de la ONU). El turismo es inexistente, y la confianza en la economía está en su punto más bajo de todos los tiempos.

Como resultado, la libra siria (SYP) ha perdido un 50 por ciento de su valor, cayendo hasta la cifra que psicológicamente es cómo una patada en el estómago de 100 SYP a 1 dólar, en comparación con los 48 SYP cuando comenzó la crisis.

"Así que ahora mi salario es en realidad de 250 dólares: En un año, he perdido la mitad de mi sueldo mensual, mientras que los precios de los productos básicos se han duplicado", explica este hombre de 50 años de edad, padre de cuatro hijos en el colegio y que tiene una casa de de tres habitaciones en el conflictivo barrio periférico de Hajar al Asuad de Damasco.

En su camino al trabajo, explica, los pasajeros habitualmente reservados que van en el minibús ahora charlan sobre el dinero y los precios. Y cuando regresa a casa dispuesto a disfrutar del tradicional almuerzo de media tarde, Abu Basam ahora se encuentra a menudo a su mujer exasperada por las presiones debidas a la economía familiar.

"Por lo general, mi sueldo cubre toda la comida y las facturas del mes. Pero este mes, mi esposa me dijo que el dinero se había agotado después de sólo nueve días", dice. "No sé qué hacer. Fue a comprar algunos productos básicos y regresó de la tienda muy molesta porque el precio del azúcar es ahora de 110 libras sirias, cuando hace sólo unos días era de 75".

Según los residentes de la capital, alimentos básicos como el arroz y los huevos han triplicado sus precios durante este año de conflicto, mientras que el aceite para cocinar se ha duplicado. Las panaderías, subvencionadas por el Estado, han mantenido su precio de 15 SYP por ocho piezas de pan tradicional.

Sin embargo, con cortes de electricidad 12 horas al día, incluso en barrios de clase media que no participan en las protestas, los fabricantes de pan han tenido dificultades para satisfacer la demanda, causando largas colas. Los que se lo pueden permitir ahora compran el pan en el mercado negro, donde un paquete cuesta 50 libras sirias.

La escasez de diesel y combustible para calefacción también han obstaculizado a las panaderías, así como el transporte. Eso ha dejado a las familias expuestas al frío en los meses de invierno. Esto ha dado lugar a un floreciente mercado negro con los comerciantes que compran suministros preciosos, a menudo a través de contactos con el régimen, por el precio subvencionado de 15 libras sirias y luego lo venden a 35 libras sirias.

Por primera vez en una generación, los habitantes de Damasco han visto líneas masivas de coches, empujándose de dos en dos en las gasolineras mientras los precios que antes eran estables garantizados por el Gobierno, empiezan a ascender. Han pasado de 40 SYP por un litro de gasolina a 50 SYP recientemente y está alcanzando hasta 150 SYP en el mercado negro.

La llegada de un buque cisterna a las estaciones de servicio administradas por el Ejecutivo de Al Asad ha comenzado a desencadenar escenas de caos entre los conductores desesperados por llenar el depósito, agriando el estado de ánimo entre los conductores de taxis de la capital ya de por sí estresados, que han aumentado sus precios más allá del contador.

El mes pasado, Faisal al-Qudsi, el hijo de un expresidente sirio que participó en la liberalización económica del país, dijo a la BBC que la economía estaba paralizada por las sanciones extranjeras, sobre todo en el sector petrolero. Añadió que las reservas del Banco Central experimentaron una caída de 22.000 millones de dólares al comienzo de la crisis a cerca de 10.000 millones.

Qudsi dice que Irán estaba enviando "un buen montón de dinero en efectivo" en apoyo de Siria a través de Irak, pero no era suficiente. Asegura que la mayoría de los principales empresarios que él conoce se han marchado al temer por su seguridad.

Inicialmente, el Gobierno sirio se gastó 2.000 millones de dólares para defender la moneda local, pero Mohamad Nidal al Shaar, el ministro de Economía del país, dijo en enero que la prioridad sería la protección de sus reservas extranjeras de divisas.

Los economistas dicen que el valor de rescate de la libra siria refleja una creciente brecha entre la oferta y la demanda de dólares en divisas, lo que sugiere que el Estado ha revertido su anterior apoyo a la moneda nacional.

En el mercado, la libra siria está perdiendo valor con tanta rapidez que los comerciantes en Damasco dicen que tienen que luchar por el precio de las mercancías de un día para el siguiente.

"No sabía qué hacer el jueves pasado", explica Muhamad, un empresario de 45 años de edad, con una pequeña tienda de productos electrónicos. "Tuve que decirle a mi personal que no vendiera nada más, porque no podía decidir el precio. Un día, un monitor de ordenador cuesta 38.000 libras sirias, pero al día siguiente vale 50.000".

Pero si el valor de su stock está temporalmente en auge, las perspectivas de los negocios a largo plazo parecen ser poco halagüeñas para los comerciantes como Muhamad. Es un miembro de la clase media sunita, cuyo apoyo a un régimen dirigido por una minoría alauita ha sido vital en las últimas décadas.Con controles más estrictos sobre el ahorro de divisas y transferencias, las pequeñas empresas como Muhanad deben pagar por las mercancías importadas en euros o en dólares comprados con libras sirias.

Mostrar comentarios