Nace una colección de calzado vegano confeccionado a base de partes de maíz

  • Slowwalk usa un material totalmente vegetal y orgánico para fabricar sus colecciones. Este calzado es resistente al agua.
Calzado de maíz
Calzado de maíz

Una fábrica de calzado ha sacado al mercado una nueva colección de calzado vegano que está confeccionado a partir de la parte no comestible del maíz y que cuenta con certificados de materiales libres de componentes animales.

Este calzado de la firma de Elche (Alicante) Slowwalk usa un material totalmente vegetal y orgánico, como es el maíz, que combinado con poliuretano sintético se convierte en un material para zapatos o bolsos, con un bajo impacto al medio ambiente.

La innovadora colección ha sido elaborada de forma artesanal en Elche a partir de un proceso de fabricación manual que permite reducir el consumo energético y, con ello, disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2). El maíz, según ha señalado el gerente de Slowwalk, Juan Caparrós, es un material "fácil en su desarrollo", pero a su vez "uno de los más rígidos y difíciles de trabajar".

Cinco modelos exclusivos para mujer

La colección de invierno con este material ecológico, 'Teemo Rinnova', está formada por cinco modelos para mujer "exclusivos y de edición limitada", que cuentan con exóticos estampados caleidoscópicos de inspiración boho, mandalas indios, cenefas de la Riviera Maya, tótems y plumas de los nativos americanos. Se trata de una nueva temática 'eco-friendly' y vegana, dentro del compromiso con unos valores sostenibles y responsables y una "filosofía de vida que va más allá del mundo del calzado".

Según Caparrós, la idea de apostar por estampados en una colección de invierno se centra en "no hacer lo que se ve en todas las tiendas". Este nuevo material con maíz tiene el añadido de que el calzado es resistente al agua, a diferencia del cáñamo o el algodón, y puede utilizarse en cualquier país.

El modelo diseñado incorpora una suela de goma de látex natural reciclado obtenida a partir del caucho, que además de ser sostenible es confortable por su flexibilidad, capacidad amortiguadora de impactos y diseño anatómico mientras que, del mismo modo, los cordones son elásticos, sin necesidad de que se abrochen. De esta colección se han fabricado alrededor de 600 pares y algunos de los modelos ya se han agotado, a pesar de que salió a la venta hace apenas dos semanas en la web, por lo que Caparrós ha admitido que "tocará fabricar algunos más".

Las zapatillas cuentan con el certificado de protección animal "Vegan Approved" de PETA y "Animal Free" y están especialmente dirigidas "a la gente vegana que quiere un zapato actual, cómodo y respetuoso con el medio ambiente y los animales, pero también para aquellos que no siguen este tipo de filosofía y les gustan nuestros modelos". Según Caparrós, el concepto de calzado vegano no llega a la tienda como algo atractivo sino que aún "buscan los zapatos de piel de toda vida y no quieren arriesgar", a diferencia de países como Alemania, Austria, Dinamarca o Noruega donde está más implantado.

Próximamente la colección vegana llegará a tiendas de Corea, Japón, Canadá, Israel o Estados Unidos, aunque la venta se mueve más por internet. Después de las 'Teemo Rinnova', Caparrós ya prepara la colección de verano con algodón cien por cien ecológico a partir de una nueva suela que se enrolla completamente sobre sí misma, mientras que el corte va cosido a mano a la suela, "como si fuera una alpargata de toda la vida".

Para la temporada estival, Slowwalk también ha apostado por primera vez por las sandalias veganas para mujer, con materiales reciclados y lonas, además de una colección con piso de sierra con bordados, estampaciones y tintados naturales "para llegar a un público más joven y que quiere ir más a la moda". El objetivo, según Caparrós, es continuar en el futuro con un calzado cada vez más sostenible, y buscar nuevos materiales de origen vegetal que sean cómodos de trabajar, además de resistentes al agua y que permitan conseguir colores más neutros.

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