Una transición energética justa exige la renovación del mercado eléctrico español

La transición energética que debe hacer España para afrontar la emergencia climática exige la refundación del mercado eléctrico, según advirtieron los expertos en el foro sobre este tema organizado por La Información y patrocinado por la patronal fotovoltaica Anpier. Además, coincidieron en que el actual modelo económico no está funcionando, por lo que hay que cambiarlo adaptándolo a las nuevas circunstancias. En el encuentro sobre 'una transición energética justa'”  participaron Laura Martín Murillo, asesora para Empleo y Transición Justa del Ministerio para la Transición Ecológica; Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables; Pablo Corredoira, socio director de la consultora Haz Energía; Mario Rodríguez, director de Greenpeace España; y Rafael Barrera, director general de la Asociacion Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier).

Laura Martín afirmó que en el último año y medio, desde el ministerio al que asesora, “se han puesto las bases de la transición energética y se ha creado un marco que no existía antes y sobre el que ahora podemos trabajar”. Además, expuso que “el hecho de haberse celebrado en Madrid la última Cumbre del Clima y la movilización de la sociedad española ha levantado una gran expectación y sensibilización”. Por otra parte, mostró la intención del Ejecutivo de poner herramientas en manos de aquellos territorios y sectores “que sienten dificultades de cara a la transición energética”, con el fin de que encuentren “soluciones reales” que les permitan integrarse tras los cambios de modelo productivo.

El gobierno ya está trabajando en el nuevo marco normativo que regulará la transición energética, según avanzó la asesora, que puso también en valor “el gran talento existente entre la sociedad española” y que hay que “movilizar” para generar nuevos nichos de mercado. “Hemos ido predicando y desarrollando herramientas para llevar a cabo una transición energética justa, y ahora tenemos que cumplir con hechos”, anunció. Y para ello, pidió la implicación y colaboración solidaria de todos. A su juicio, para que la transición justa funcione “hay que empezar a identificar talento, ejes transversales de formación profesional y políticas de empleo que pongan en marcha nuevas oportunidades”.

Pablo Corredoira, de Haz Energía, aseguró que la transición energética “es un tema imparable y está a la vuelta de la esquina”. Explicó que la ineficacia del actual modelo económico exige hacer cambios porque “solo tenemos un planeta y no hay plan b, por lo que debemos adaptarnos a las nuevas circunstancias del entorno”. En este sentido, dijo que se necesita “una política macroeconómica a gran escala, que permita esta transición, así como una refundación del sistema y del mercado eléctrico para que éste se adapte a las nuevas tecnologías, lo que a su vez supondrá una oportunidad de oro para aumentar la competitividad de nuestra economía”.

Rafael Barrera, de Anpier, aseguró que España tiene ante sí “la gran oportunidad de andar hacia la transición ecológica sobre la base de una transición energética donde se electrifique la economía, y se haga sobre tecnologías renovables”. A su juicio, el proceso se va a verificar en pocos años, pero “la duda es si se va a socializar la generación de la energía, es decir, si el interés general se va a imponer”. Si es así, aseveró que “podremos hablar de una transición justa”, y si no será “en cierto modo frustrada”. Y recordó que ya hubo una oportunidad de socialización en 2007 y 2008, pero no prosperó. En cualquier caso, desveló que en estos momentos “vemos voluntad y predisposición en este sentido”, pero advirtió que todo dependerá de la regulación que finalmente se apruebe.

Nadie duda de que el nuevo camino que se abre exige una relación indisoluble entre energía y sostenibilidad. Pero para Fernando Ferrando, de la Fundación Renovables, el recorrido “no debe hacerse pensando únicamente desde el punto de vista de la oferta y los grandes grupos empresariales, sino que debe centrarse fundamentalmente en los consumidores y en el conjunto de los ciudadanos”. En este sentido, señaló que “nosotros apostamos por la electrificación de la demanda y, por eso, enfocamos una necesidad de cambio en el marco del sistema eléctrico; es la única posibilidad para que los que vivimos en ciudades podamos respirar y para que las renovables se integren, porque constituyen la generación más barata”. Además, apuntó que, si la transición se enfoca desde el punto de vista del consumidor, la oferta “irá adaptándose a lo que éste pida”. Finalmente, instó al nuevo gobierno que se constituya próximamente a utilizar herramientas como la política fiscal para promover el mejor escenario posible.

Por su parte, Mario Rodríguez, de Greenpeace, recalcó que la transición energética tiene que ser justa para “que no paguen los más débiles”. Por eso, pidió al nuevo gobierno que la primera ley que se apruebe sea la de cambio climático, “donde esté inserto el concepto de transición ecológica justa” y, además, “que se reforme la ley del mercado eléctrico, que se empiece a abordar la fiscalidad y que se acaba con los subsidios a los combustibles fósiles”.

Así mismo, dentro de este cambio de mentalidad, Rodríguez apuntó también la necesidad de “comenzar a abordar la formación en nuevos yacimientos alternativos”. Una cuestión “fundamental para poder afrontar una transición energética justa, porque hay que formatear el sistema energético que tenemos actualmente y disponemos de poco tiempo, por lo que debemos tomar medidas rápidamente”.