Y Sordo perdió otra gran oportunidad en el Rally de Cataluña

  • Salou (Tarragona).- Cuando en 2005 se proclamó campeón mundial júnior en el Rally Racc Cataluña-Costa Dorada, muchos vieron en él al nuevo Carlos Sainz. Sin embargo, cinco años después, Dani Sordo aún no ha saboreado la victoria en una prueba del campeonato del mundo.

Y Sordo perdió otra gran oportunidad en el Rally de Cataluña
Y Sordo perdió otra gran oportunidad en el Rally de Cataluña

Salou (Tarragona).- Cuando en 2005 se proclamó campeón mundial júnior en el Rally Racc Cataluña-Costa Dorada, muchos vieron en él al nuevo Carlos Sainz. Sin embargo, cinco años después, Dani Sordo aún no ha saboreado la victoria en una prueba del campeonato del mundo.

El español, asiduo al podio en los rallys de asfalto, había encadenado cuatro segundos puestos -ya a los mandos de un WRC- en la carrera catalana, dominada desde hace seis años por su compañero de equipo, el francés Sebastien Loeb.

Sordo estuvo muy cerca el año pasado, pero entonces Citroen, que se jugaba el Mundial de marcas y el de pilotos con Loeb, le mandó levantar el pie del acelerador cuando iba disparado hacia su primera victoria.

Este fin de semana, con el mundial ya decidido en favor una vez más de Loeb y sin órdenes de equipo, el piloto de Torrelavega estaba ante su gran oportunidad para saldar una cuenta pendiente.

Sin embargo, una primera jornada nefasta, en la que un Citroen C4 falto de agarre no se adaptó a los novedosos tramos mixtos (de tierra y asfalto) que había preparado la organización, dieron al traste con todas sus opciones de triunfo.

El viernes, su compañero Sebastien Loeb, que llegaba al rally de España como flamante heptacampeón mundial, le metió casi un minuto. El resto del fin de semana fue una carrera contrarreloj para Sordo, que logró remontar de la sexta a la tercera posición, pero no pudo superar al noruego Petter Solberg por 5,8 segundos, para encaramarse a la segunda plaza.

Con Sordo entonado desde el primer día y sin la salida de pista de Sebastien Ogier el segundo, el rally hubiese vivido una de sus ediciones más disputadas e interesantes. Pero los numerosos aficionados que se acercaron hasta las carreteras tarraconenses tuvieron que conformarse, al final, con una nueva exhibición de Loeb.

En cualquier caso, la carrera, dominada nuevamente por los Citroen -coparon el podio- en detrimento de los Ford, dejó cosas interesantes. Por ejemplo, esas especiales de grava y asfalto de la primera etapa, que aportaron un plus de espectacularidad al rally, que a buen seguro mantendrá ese atractivo formato en próximas ediciones.

Un futuro en el que ya no estarán ni el C4 ni el Focus, que en 2011 serán sustituidos por el DS3 y el Fiesta, y que contará con la participación del Mini, que se incorpora como marca para el mundial de 2011, aprovechando el cambio de reglamentación FIA.

Estos cambios aportarán más de variedad y coches más pequeños, con motores turboalimentados de cuatro cilindros y 1,6 litros de cubicaje que rondarán los 300 CV y que permitirán abaratar costes.

Por lo demás, sigue siendo el Rally RACC Cataluña-Costa Dorada una prueba muy bien organizada, que se reinventa cada año -¿para cuándo algún tramo nocturno?- y que atrae, por su ubicación y buen clima, a un buen número de aficionados.

Lástima que en los últimos seis años siempre haya ganado el mismo. El año que viene, la emoción quizá radique en ver si Loeb se despide de uno de sus rallys favoritos con un séptimo triunfo consecutivo.

Ginés Muñoz

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