Se han registrado 164 ataques de tiburones a humanos el pasado año, de los cuales 98 fueron no provocados y sólo 6 de ellos se saldaron con víctimas mortales. 2015 se convierte así en el año con mayor número de ataques desde que hay registros, superando al 2000. El aumento de las agresiones se debe al aumento poblacional de tiburones, de gente en las playas y de los efectos del cambio climático en el calentamiento del agua. El histórico marca 5 ataques de tiburón en España desde 1847.
2015 se saldó con 164 ataques de tiburones, de los cuales 98 fueron no provocados y seis de ellos mortales, según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF), dependiente del Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida (UF). Estados Unidos acumuló 59 ataques --siete de ellos en Hawái--, mientras que Australia sufrió 18 y Sudáfrica, ocho. En España se produjeron dos ataques sin víctimas, concretamente en las Islas Canarias.
La cifra supera el récord anterior de 88 ataques registrados en el año 2000. Aunque el ratio de fatalidad sigue siendo menor. En 2015 fue del 6,1%, mientras que hace 16 años hubo 11 muertes --un 12,5%--. Los fallecimientos se han producido en Australia, Nueva Caledonia, Hawái, Egipto y Australia --este último por partida doble--. La cobertura internacional de incidentes comenzó en 1988 tras la incorporación de la ISAF por parte del Museo Natural de Historia de Florida. Aunque los primeros registros mundiales datan de 1580, mientras que los archivos europeos se remontan a 1847.
El 49% de las personas atacadas se encontraban haciendo deportes acuáticos con tabla. Un 42% se encontraba nadando y un 9% buceando con esnórquel. Cabe destacar que el pasado año no se produjeron muertes entre los buzos con bombona de oxígeno. El surf sigue siendo el deporte más atacado, debido a posibles patadas a los animales y la llamada de atención provocada por el braceo y las salpicaduras.
"Este récord no sorprendió a George Burgess, curador del centro de datos de ataques de tiburones del Museo de Historia Natural de la Florida. Con las poblaciones crecientes de tiburones y el mayor número de personas en el agua, las mordidas son inevitables, dice Burgess", según confirma el estudio de la ISAF. Burgess es un ictiólogo y biólogo especialista en peces, es famoso y reconocido por salir en un programa sobre escualos en Discovery Channel y ser el autor de múltiples libros sobre estos animales. Pese al aumento de tiburones, dichas poblaciones siguen en riesgo en varias zonas del mundo debido a la sobrepesca.
También es destacable el aumento de las temperaturas provocadas por el cambio climático y, en menor medida, los fenómenos meteorológicos de El Niño, que son "un factor importante" ya que a los escualos no les gusta el agua fría. "Mientras nuestra población continúa creciendo rápidamente y las poblaciones de tiburones se recuperan lentamente, vamos a ver más interacciones", afirma Burgess. La ecuación "tiburones más humanos" siempre va da "igual a ataques", concluye el experto.
La ISAF recomienda una "respuesta proactiva" si se sufre un ataque de tiburón. Se recomienda "golpear al animal en la nariz", preferiblemente con un objeto contundente. Ésto puede ocasionar que el escualo pare repentinamente el ataque, momento que habría que aprovechar para salir del agua. Si no es posible, se puede intentar clavar las uñas en los ojos o las branquias del animal, ya que son puntos sensibles. El truco es "no actuar pasivamente".
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