24-m. Ccoo asegura que los ciudadanos han impugnado una forma de hacer política "prepotente y autoritaria"


La Comisión Ejecutiva de CCOO señaló hoy que los resultados de las elecciones autonómicas y locales celebradas ayer constituyen "una nítida impugnación a una forma de hacer política prepotente y autoritaria que ha despreciado el diálogo, la negociación y el consenso con la sociedad"
En un comunicado tras la reunón que mantuvo hoy, la Comisión señala que las elecciones municipales y autonómicas, aunque revisten un carácter distinto al que tienen unas generales, permiten evaluar el estado de opinión de la ciudadanía respecto a las políticas puestas en marcha en la legislatura y a las formas de llevarlas a cabo.
A su juicio, los resultados de este domingo evidencian el rechazo generalizado a las políticas de austeridad aplicadas desde las distintas instituciones y el malestar de los ciudadanos ante unas políticas que, según CCOO, han repartido muy injustamente las cargas de la crisis.
La declaración afirma que "es innegable que el desempleo; la emigración de nuestros jóvenes mejor formados; la pérdida de derechos laborales, sociales y ciudadanos; el deterioro de los servicios públicos, especialmente los educativos y sanitarios; el incremento de la injusticia, la desigualdad y la pobreza; el maltrato al que se ha sometido toda expresión cultural, han estado muy presentes en la opinión de la ciudadanía a la hora de emitir su voto".
Además, apunta que los votantes han rechazado una forma de hacer política que ha facilitado "una connivencia entre el poder político y económico que ha enquistado la corrupción como si de un fenómeno nacional se tratase".
Para CCOO, los votos emitidos ayer, mayoritariamente, censuran a las formaciones que se han ido sucediendo en los distintos gobiernos y han abierto las puertas a otras, "esperando una profunda regeneración democrática en nuestro país".
Por este motivo, llama a los partidos emergentes y a los nuevos gobiernos que se formen a priorizar a las personas y a la búsqueda del máximo consenso no solo entre las distintas formaciones políticas, sino también con los representantes de la sociedad, para garantizar una democracia más participativa y "sana".
Finalmente, reclama que apuesten por una fiscalidad que garantice los ingresos necesarios para impulsar un nuevo modelo de financiación autonómica más equitativo y solidario, las políticas sociales y la renta mínima orientadas a aliviar la situación de centenares de miles de personas, unos servicios públicos de calidad, universales y gratuitos, y la recuperación del empleo público perdido en sanidad y educación, entre otros sectores.

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