800.000 hongkoneses pidieron a China el sufragio universal en un referéndum

  • Cerca de 800.000 personas votaron en el referéndum popular organizado por partidos prodemocráticos para pedir el sufragio universal en Hong Kong, que cerró hoy las urnas, a dos días del 17 aniversario de la cesión de la antigua colonia británica a China.

Hong Kong, 29 jun.- Cerca de 800.000 personas votaron en el referéndum popular organizado por partidos prodemocráticos para pedir el sufragio universal en Hong Kong, que cerró hoy las urnas, a dos días del 17 aniversario de la cesión de la antigua colonia británica a China.

El referéndum, convocado por a través del movimiento Ocupar el distrito Central con Amor y Paz (OCLP, por sus siglas en inglés), recogió un total de 799.772 votos en los veinte días que duró la votación no oficial, en la que se esperaba una participación inicial de 100.000 votos.

En una ciudad con tres millones y medio de votantes registrados, el resultado de este referéndum, en el que participó casi una cuarta parte del electorado, muestra el descontento popular con los planes políticos de China hacia Hong Kong.

La votación popular, que no es jurídicamente vinculante ni es reconocida por el gobierno de Hong Kong ni el de China, arrancó el pasado 20 de junio, diez días después de que el Ejecutivo central de Pekin publicara un documento en el que subrayaba que supervisa la autonomía de Hong Kong.

Muchos activistas prodemocráticos vieron en este texto la amenaza de una intervención política china en los asuntos de Hong Kong y una violación del conocido acuerdo que rige entre ambas partes de "un país - dos sistemas".

El pasado viernes unos 1.800 abogados de Hong Kong salieron a la calle para protestar contra este texto, conocido como Libro Blanco, del que dicen que pone en peligro la independencia judicial de la antigua colonia británica.

El Gobierno de Pekín utilizó diferentes medios de comunicación para desacreditar y desautorizar la celebración de este referéndum, a la vez que bloqueó el acceso a internet de cualquier información relacionada con ese plebiscito en Hong Kong.

La población de Hong Kong tendrá este martes una nueva oportunidad de mostrar su descontento con el Gobierno de Pekín durante la marcha del 1 de julio, fecha en la que se conmemora el 17 aniversario de la cesión de la antigua colonia británica a China, en la que una manifestación recorre las principales calles de la ciudad reclamando una mayor apertura democrática.

El Ejecutivo de Hong Kong prevé una masiva participación popular, para lo que tiene previsto desplegar a 4.000 agentes policiales en las calles de la ciudad.

El Gobierno de Pekín se había comprometido a implantar el sufragio universal en Hong Kong para las próximas elecciones de 2017.

A la espera de que el Ejecutivo ponga sobre la mesa una propuesta de reforma electoral para finales de este año, los organizadores de OCLP se han comprometido a movilizar a 10.000 personas para organizar una sentada en el centro de la ciudad.

Antes del 1 de julio de 1997, China y el Reino Unido firmaron un acuerdo en el que le otorgaban a Hong Kong un "alto grado de autonomía" durante los siguientes 50 años, consagrado en el principio de "un país, dos sistemas" recogido en la Ley Fundamental el texto de máximo valor legal del Gobierno local.

Este marco permite a Hong Kong mantener la independencia del poder judicial y de la prensa, y a China el control en funciones administrativas como Asuntos Exteriores y de Defensa.

Sin embargo, muchos residentes de Hong Kong consideran que su independencia está siendo erosionada por la cada vez más creciente influencia de Pekín en los quehaceres de la ciudad.

Para parte de la población queda reflejado en el creciente aumento de visitantes y de residentes de la parte continental que vienen a Hong Kong y que han puesto en riesgo el funcionamiento administrativo de los más de siete millones de personas que ahora viven en esta ciudad.

A lo largo de estos dos años, el Gobierno local ha prohibido la entrada en Hong Kong de embarazadas chinas, para frenar el colapso de su sistema sanitario, y ahora se plantea poner cuotas al número de turistas que ven en la ciudad un paraíso de las compras y del consumo.

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