AMNISTÍA SUBRAYA QUE CHINA INTENSIFICÓ EL CONTROL SOBRE INTERNET Y LOS MEDIOS EN 2016

China intensificó de manera considerable durante el año pasado el control sobre Internet, los medios de comuicación y el entorno académico, mientras continuó en todo el país una oleada de represión contra activistas y abogados de derechos humanos, que fueron sistemáticamente vigilados, hostigados, intimidados, detenidos y recluidos.
Así se desprende del último informe anual de Amnistía Internacional, hecho público este miércoles y que subraya que el Gobierno chino siguió promulgando una serie de leyes nuevas relativas a la seguridad nacional que entrañaban graves amenazas para la protección de los derechos humanos.
Con esas leyes se ampliaban las facultades de las autoridades para silenciar a la disidencia, restringir o censurar información y hostigar y procesar los defensores de los derechos humanos.
Además, el informe indica que las autoridades chinas recurrieron cada vez más a una modalidad de detención secreta en régimen de incomunicación conocida como ‘vigilancia domiciliaria en un lugar designado’, que permitía a la politíca mantener recluidas a personas sospechosas de delitos durante periodos de hasta seis meses, fuera del sistema formal de detención y sin acceso a un abogado de su elección, a sus familias ni a nadie del exterior, con lo que quedaban expuestas a sufrir torturas y otros malos tratos.
Al concluir el año, cinco personas permanecían recluidas en espera de juicio acusadas de ‘subvertir el poder del Estado’ o ‘incitar a la subversión del poder del Estado’, y otras cuatro acusadas de ‘buscar pelea y provocar problemas’ o de ‘facilitar a otras personas el cruce ilegal de la frontera nacional’.
Amnistía recalca que las estadísticas sobre la pena de muerte seguían considerándose secreto de Estado, con lo que era imposible verificar el número de condenas impuestas y de ejecuciones consumadas.

Mostrar comentarios