(AMPLIACIÓN) LOS CINCO INVESTIGADOS POR QUEMAR FOTOS DEL REY EN LA DIADA SE NIEGAN A DECLARAR Y QUEDAN EN LIBERTAD ACUSADOS DE INJURIAS

Los cinco investigados por quemar fotos del Rey en una manifestación convocada por la izquierda independentista durante la celebración de la última Diada de Cataluña se han negado a declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que les ha dejado en libertad sin ninguna medida cautelar, pero les mantiene como acusados de un delito de injurias.
Los cinco jovenes fueron detenidos el lunes tras haber dado plantón al magistrado que les había citado a declarar el pasado miércoles. De los cinco llamados a declarar hay tres personas vinculadas o integradas en la CUP y una más miembro local de Podemos.
Todos ellos se han acogido a su derecho constitucional a no declarar y tras comparecer en la Audiencia Nacional han quedado imputados pero en libertad sin ninguna medida cautelar, según ha indicado el abogado de dos de ellos y portavoz de la izquierda independentista, Edudard Caliz.
El juez les ha pedido que consignen una dirección para poderles enviar las notificaciones judiciales pertinentes y sus representantes legales han solicitado el archivo de la causa.
Los imputados por el delito de injurias a la Corona son Aitor Blanc Aranjuelo, concejal y portavoz del grupo municipal Som Gramenet (coalición formada por Podemos y la CUP), y los integrantes de la CUP Iván Altimira Miralles y Nora Miralles Crespo, así como Roger Santacana Hervada, candidato de la CUP por Manresa (Barcelona) en las pasadas elecciones municipales, y Jordi Almiñana Domènech, quien figura entre los firmantes de un manifiesto titulado 'Gir a l'esquerra' (Giro a la izquierda).
El letrado consideró a su salida de la declaración que los investigados están siendo sometidos a "un juicio político" que atenta contra la libertad de expresión y que "este tribunal no tiene legitimidad sobre el pueblo catalán".
Entiende que este proceso es un "ataque frontar a todas las organizaciones independentistas en Cataluña, un ataque frontal a la soberanía de los Països Catalans" y, por lo tanto, solo contemplan el archivo de la causa.
Además, la izquierda independentista consideran un "insulto a la inteligencia" que se persiga a alguien por el único hecho de quemar unas fotos y ven "increible" que el consejero de Interior catalán haya ordenado la detención y entrega de los jóvenes a la Guardia Civil, por lo que solicitan su destitución.