Decenas de prisioneros en Sudán del Sur padecen condiciones que se asemejan a tortura, amontonados en contenedores metálicos con un calor abrasador, un mínimo de agua y comida, denunció este viernes Amnistía Internacional.
Muchos detenidos, la mayoría civiles, acusados de vínculos con la oposición o con grupos rebeldes, murieron como consecuencia de estos tratos inhumanos, según la oenegé defensora de los derechos humanos.
Amnistía evoca también la violencia de los soldados con los prisioneros. "El trato que sufren estos detenidos es ni más ni menos tortura", afirma Muthoni Wanyeki, representante de la oenegé para África del Este, y añade que los prisioneros "sólo reciben comida uno o dos veces por semana, y cantidades muy insuficientes de agua".
En imágenes de satélite difundidas por la oenegé, del lugar de detención llamado Gorem, a unos 20 km de la capital, Juba, se pueden ver cuatro contenedores dispuestos en forma de ele detrás de una doble valla con alambradas
Sudán del Sur se sumió en una guerra civil mortífera y devastadora en diciembre de 2013. El jefe rebelde, Riek Machar, regresó a Juba en abril pasado en el marco de un acuerdo de paz y pasó a ser vicepresidente en el gobierno de unidad nacional del presidente Salva Kiir.
Pero los combates continúan en varias partes del país, alimentados por milicias locales que no se consideran concernidas por el acuerdo de paz. Los dos campos enemigos están acusados de masacres étnicas, violaciones masivas y torturas, además de reclutamiento y asesinatos de niños.
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