Restos de un cuerpo mutilado han aparecido en la playa brasileña de Copacabana, donde en el mes de agosto se celebrará el torneo de voley playa de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, según han informado fuentes policiales brasileñas.
Con dicho hallazgo, Brasil, que ya está sufriendo los problemas de la criminalidad, la recesión económica y el virus Zika, suma otro inconveniente más a poco más de un mes que falta para que comiencen los Juegos, los primeros que se celebrarán en América del Sur.
Andrei Rodrigues, titular de una secretaría especial para grandes eventos en el ministerio de Justicia, explicó que la intensa presencia policial, sumada a la cooperación internacional en inteligencia, permitirá encarar posibles amenazas terroristas, así como a la delincuencia común. Durante los Juegos se espera que 47.000 agentes y 38.000 militares estén en las calles para garantizar la seguridad. Una cantidad que duplica el número de efectivos desplegados en Londres 2012.
De este modo, el país más grande de América Latina también está pendiente de recibir unos fondos de emergencia --2.900 millones de reales (892 millones de dólares)-- para poder financiar los servicios públicos. Además, varios trabajadores de distintos sectores, que van desde la policía hasta la salud, no están recibiendo sus salarios, lo que ha provocado que policías y bomberos se manifestasen la semana pasada en el aeropuerto internacional de Río, recibiendo a los turistas con carteles que decían: 'Bienvenidos al infierno'.
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