El rector del poder electoral venezolano Luis Emilio Rondón anunció este jueves en la noche que del 20 al 24 de junio se realizará la validación de firmas para activar un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro.
"Se va a celebrar la validación en las fechas del lunes 20 hasta el viernes 24", dijo Rondón a periodistas a las puertas del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El rector precisó que la presidenta de la instancia electoral, Tibisay Lucena, anunciará este viernes "todos los detalles correspondientes a la fase siguiente".
El martes pasado, el CNE informó que de las 1,8 millones de firmas que presentó la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) el 2 de mayo para activar la consulta, son válidas 1,3 millones, seis veces más que el mínimo de 200.000 requeridas por norma.
Rondón añadió que en la próxima etapa "correspondería a los venezolanos y venezolanas que fueron validados en esta fase de revisión, entonces trasladarse a los puntos de las oficinas regionales del Consejo Nacional Electoral regional y plasmar su huella dactilar en el sistema biométrico".
El rector precisó que "luego de arduas, largas discusiones (...) finalmente fue aprobado el informe de digitalización y digitación de los registros de manifestaciones de voluntad que fueron recibidos el 2 de mayo".
Este jueves, un grupo de diputados opositores acudió al CNE para exigir la hoja de ruta del proceso, pero fueron confrontados por grupos chavistas, con quienes se cruzaron golpes, empujones y gritos.
El jefe del bloque opositor en el Parlamento venezolano, Julio Borges, fue golpeado con un tubo metálico y recibió puños y patadas, lo que le provocó un sangrado nasal, constataron periodistas de AFP.
Además, estudiantes universitarios se enfrentaron con piedras y bombas incendiarias a efectivos de seguridad que bloquearon una marcha hacia el organismo electoral en Caracas para exigir el revocatorio.
Rondón, que condenó los actos de violencia, es el único de los cinco rectores del CNE afín a la oposición.
La MUD sostiene que el CNE demora todo para evitar que el referendo se haga antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato presidencial-, pues si se hace este año y Maduro pierde se llamará a elecciones. Si se efectúa el año próximo, sería sustituido por el vicepresidente nombrado por el gobernante.
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