De forma adicional, Bankia asegura en su certificación que BFA tenía a 31 de diciembre de 2010 más de 15.000 millones de euros de provisiones contabilizadas que incluían también más de 3.300 millones de euros de provisiones genéricas y específicas no asignadas.
Fuentes de la entidad apuntan que esta prueba contable requerida por el juez "desbarata en lo esencial los informes elaborados por los peritos Antonio Busquets y Victor Sánchez Nogueras" y en los que se negaba la existencia de estas provisiones. "Ha quedado demostrado definitivamente que esas provisiones existían en el momento de la salida a bolsa", agregan.
Los peritos adscritos al Juzgado detallaron en 2014 que, en su opinión, Bankia debió haber registrado saneamientos que afectaban tanto a las cuentas de la propia Bankia del mes de marzo de 2011 como a las de su matriz BFA en el año 2010, lo que suponía que la información financiera con la que Bankia salió a bolsa no reflejaba "la imagen fiel".
El pasado mes de julio, en su comparecencia como testigos en el caso ante la Audiencia Nacional, todos los responsables de Banco de España a cargo de la Supervisión de Bankia en el momento de su salida a Bolsa confirmaron que Bankia no tenía ningún defecto de provisiones cuando salió a Bolsa y ratificaron la existencia de provisiones específicas y genéricas no asignadas por importe de más de 3.000 millones de euros en el mes de marzo de 2011.
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