El frustrado aspirante demócrata, Bernie Sanders, instó el jueves a sus partidarios a continuar la lucha para reformar su partido, sin adherir formalmente a Hillary Clinton pero comprometiéndose a combatir al republicano Donald Trump.
El senador de Vermont no tiró la toalla ni "liberó" técnicamente a los delegados que ganó en las primarias del compromiso de votarlo en la convención partidaria de Filadelfia.
Pero dijo que apoyará la campaña de Clinton para vencer a Trump en forma "impactante" en las presidenciales de noviembre.
"Personalmente tengo la intención de empezar muy pronto a jugar mi rol en ese proceso", anunció.
Pero advirtió que "vencer a Donald Trump no puede ser nuestro único objetivo".
"Debemos continuar nuestros esfuerzos para crear el Estados Unidos que podemos tener. Y debemos llevar esa energía hasta la Convención demócrata del 25 de julio en Filadelfia, donde tendremos más de 1.900 delegados", dijo.
Sanders enumeró las reformas para transformar al partido demócrata en un partido de jóvenes y trabajadores y no sólo de "donantes ricos".
Asimismo, instó al partido a abrir "sus puertas" a los electores independientes.
Luego llamó al partido a adoptar "el programa más progresista de su historia".
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