CAE EN CATALUÑA UNA BANDA QUE INTRODUCÍA GRANDES CANTIDADES DE COCAÍNA

La Policía Nacional y los Mossos d´Esquadra han desarticulado en Cataluña una organización internacional de narcotraficantes, cuya principal actividad era abastecer, a gran escala, el mercado español de cocaína y marihuana.
Según informó la Policía, en el marco de esta operación han sido detenidas siete personas e intervenidos 338 kilogramos de cocaína, 523 plantas de marihuana y 658 gramos en cogollos. También se han localizado 2.141.070 euros, 13 vehículos adaptados para ocultar la droga, joyas e inhibidores.
Los narcotraficantes utilizaban sofisticados métodos de ocultación y almacenamiento de la droga, para lo cual tenían una gran capacidad operativa.
La desarticulación de este grupo delictivo se produjo después de que la Policía y los Mossos iniciasen por separado investigaciones sobre la misma trama, que se fusionaron en enero con la creación de un equipo conjunto con agentes de ambos cuerpos.
SECUESTRO POR UNA DEUDA
La Policía catalana inició la investigación durante el mes de julio del pasado año, tras tener noticia de que una pareja fue abordada en el portal de su casa por dos personas armadas. Éstas les obligaron a subir a su vivienda para robares, ya que decían que éstos les adeudaban 15.000 euros por un tema de tráfico de drogas.
La actuación posterior permitió liberar a la mujer secuestrada y detener a dos de los secuestradores, a la vez que comprobaron que estos formaban parte de una organización criminal dedicada al tráfico de cocaína, principalmente.
Posteriormente, agentes de la Policía y los Mossos determinaron que los secuestradores pertenecían a una banda mayor, de siete miembros, vinculada a una organización criminal internacional. Esta red estaba formada por miembros de nacionalidad colombiana, española, venezolana y mejicana con capacidad para mover grandes cantidades de cocaína.
EXPERTO EN ‘CALETAS’
Esta organización estaba perfectamente estructura tanto en su línea jerárquica como en la distribución de las diferentes funciones de proveedores, almacenamiento y distribuidores a otros grupos narcos de menor envergadura, quienes la distribuían por diferentes puntos de España.
La red había contratado a un ciudadano mejicano, experto en la fabricación de métodos de ocultación de la droga en vehículos, a quien trasladó la organización expresamente a Cataluña desde su país de origen, donde residía. Sus métodos de esconder la droga y los mecanismos de apertura eran muy sofisticados y se había hecho reconocedor de fama internacional en esta faceta, conocida en el argot como "caletas".
Igualmente utilizaban empresas sin actividad laboral alguna para intentar desviar la atención policial y fiscal, con la que blanqueaban grandes cantidades de dinero. El cabecilla de la organización había sido administrador de diversas empresas de mensajería en Tarragona, ciudad donde residían la mayoría de los miembros de la organización criminal.

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