IRÁN IMPONE CONDENAS COMO CEGUERA, AMPUTACIÓN Y FLAGELACIÓN, SEGÚN AMNISTÍA

Los tribunales de Irán continuaron el año pasado imponiendo condenas que infringían la prohibición de la tortura y otros tratos o penas crueles, con actos como ceguera, amputaciones y flagelaciones que a veces se realizaban en público, según denuncia Amnistía Internacional en su último informe anual, hecho público este miércoles.
El informe indica que el fiscal de Golpayegan (situada en el centro-oeste de Irán) anunció el pasado mes de abril que un hombre y una mujer declarados culpables de ‘tener una relación ilegítima’ habían sido condenados a recibir 100 latigazos cada uno.
En mayo, el fiscal de la provincia de Qazvin (norte del país) informó de que las autoridades habían detenido a 35 jóvenes de ambos sexos que estaban “bailando y confraternizando en una fiesta de graduación (...) semidesnudos mientras consumían alcohol” y que en 24 horas los habían declarado culpables de realizar actos “incompatibles con la castidad, que alteraban a la opinión pública”. Las penas fueron de 99 latigazos.
En julio, un tribunal de apelación condenó al periodista y bloguero Mohammad Reza Fathi a recibir 459 latigazos por los cargos de ‘publicar mentiras’ y ‘crear inquietud en la opinión pública’ con sus textos.
En noviembre se cegó de ambos ojos a un hombre en Teherán como castigo por haber dejado ciega a una niña de cuatro años en junio de 2009. Varios presos más seguían corriendo peligro de ser cegados.
En abril, las autoridades judiciales de la Prisión Central de Mashhad (noreste de Irán) amputaron cuatro dedos de la mano derecha y los dedos del pie izquierdo a un hombre que había sido declarado culpable de robo a mano armada.
Por otro lado, Amnistía Internacional señala que las autoridades iraníes reprimieron el año pasado “con dureza” el derecho a la libertad de expresión, de asociación, de reunión pacífica y de creencias, y detuvieron y encarcelaron a quienes expresaban críticas de manera pacífica, así como a otras personas tras juicios “manifiestamente injustos” ante tribunales revolucionarios.
“La tortura y otros malos tratos bajo justicia seguían siendo práctica habitual y generalizada”, indica el informe, que añade que las autoridades utilizaron “ampliamente” la pena de muerte y llevaron a cabo cientos de ejecuciones, algunas de ellas en público.

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