CONGRESO UGT. ÁLVAREZ AFIRMA QUE “NADIE PODRÁ DUDAR DEL COMPORTAMIENTO HONESTO” DE LA NUEVA UGT

El nuevo secretario general de UGT, Josep María Álvarez, afirmó este sábado en su discurso en la clausura del 42 Congreso Confederal de la organización que el sindicato “va a ser una organización transparente y que dé explicaciones de en qué gasta los fondos públicos”.
En su intervención, Álvarez se comprometió a que, con las medidas de transparencia introducidas en este Congreso, como la creación de una comisión de seguimiento del código ético, “nadie podrá dudar del comportamiento honesto del sindicato”.
El líder de UGT admitió que los “momentos difíciles” que el sindicato ha vivido en los últimos años “han condicionado” el desarrollo de este Congreso, ya que considera que la organización “no estaba preparada” para afrontarlos.
No obstante, denunció que la central sindical se siente “maltratada” por las “campañas para criminalizar el sindicato”, pero insistió en que “no es suficiente, porque la realidad es que no estábamos preparados”.
Asimismo, hizo hincapié en el plan de viabilidad que plantea y que “debe poner a cada organización del sindicato en su sitio”. Esta iniciativa incluirá un “plan de ahorro” en la dirección confederal y afirmó que propondrá a las federaciones sectoriales estatales que también apliquen uno, con el objetivo de que “los recursos lleguen al servicio de los afiliados”.
TRANSFORMAR EL SINDICATO
Álvarez aseveró que la nueva dirección de la organización va a “transformar el sindicato”, pero subrayó que “partiendo de lo que tenemos”. Así, aseguró que tras el cambio en la Comisión Ejecutiva “no hay ruptura, hay continuidad”, pero admitió que supone “un punto y aparte para profundizar en las estructuras del sindicato”.
“El siglo XXI nos lo pide y los compañeros también”, dijo el nuevo secretario general, quien apuntó que es necesario “analizar la participación de los afiliados en los congresos” y aseveró que “no podemos seguir con el sistema actual”. Cabe recordar que el proceso de votación de los 601 delegados realizado esta madrugada se alargó durante más de cuatro horas, hasta el punto de que el nombre del nuevo secretario general no se conoció hasta las 6 de la mañana.
Por esta razón, el nuevo líder de UGT defendió que es necesario cambiar el sistema de participación en los congresos y afirmó que éste es "el primer compromiso de la nueva Comisión Ejecutiva”.
Sobre cuál podría ser el nuevo modelo, explicó que hay diferentes propuestas, como la de utilizar un sistema de primarias, pero insistió en que, independientemente del modelo elegido, está “convencido de que el sindicato tiene que cambiar desde el punto de vista de la participación”.
Álvarez también se comprometió a que todos los acuerdos “importantes y trascendentes” que apruebe la dirección del sindicato sean refrendados por los delegados, ya que sostiene que “no hay ninguna excusa para no hacerlo”.
En cuanto al proceso de reducción del número de federaciones, de las seis actuales a sólo tres, el secretario general de UGT afirmó que no va a suponer una “centralización del sindicato”, sino “al contrario”, ya que supondrá una mayor “sectoralización”. Sin embargo, advirtió de que este proceso "tiene que ser un ejemplo", por lo que aseguró que la dirección confederal vigilará que se respete "plenamente lo aprobado en el Congreso y si podemos, ir más allá y que haya un reconocimiento específico de la personalidad de algunos sectores".
Sobre su rival en este Congreso, el secretario general de la Federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo, Miguel Ángel Cilleros, Álvarez agradeció el "proceso de debate que hemos tenido”, en el que “hemos discutido, hablado, confrontado ideas, muchas en común, y vamos a continuar trabajando en común en el conjunto de la organización para poder conseguir nuestras metas”.
Por otro lado, avanzó que convocará al resto de organizaciones sindicales, empresariales, a los colegios profesionales, a las universidades y a los centros de formación para “hacer un plan estratégico por la industria”, ya que “este país lleva demasiado tiempo sin políticas industriales”, con el objetivo de “saber dónde se van a crear los puestos de trabajo en el futuro”.